La falsificación, un reclamo turístico más

PEKÍN (CHINA).-  La sofisticación -y no top manta- de los productos pirata que se venden en China pone de manifiesto que en este país lo ilegal puede estar permitido. Es una cuestión de si interesa hacer la vista gorda o no. Las autoridades afirman luchar contra este tipo de negocios, pero en un país dónde el gobierno manda y el pueblo obedece sin rechistar cuesta creer que no haya cierto grado de permisividad por lo que a la venta de artículos copiados se refiere.

Miguel Torán

El Mercado de la Seda sigue vendiendo copias y es según sus propietarios el tercer lugar más visitado de Pekín después de la Ciudad Prohibida y la Gran Muralla. Los turistas que aquí llegan se sienten como en casa. Políglotas empleados te atienden en inglés, francés o castellano. Incluso distinguen entre regiones: "Catalán tacaño" pueden llegar a soltarte si no te interesa lo que venden.

Desde luego no es la venta simbólica de piezas de artesanía lo que atrae a los turistas a este centro comercial de 5 plantas. Antes, como su propio nombre indica, tenía forma de mercado, situado en un callejón. Después de 20 años vendiendo en la calle el gobierno demolió la zona y les ofreció reubicarse en este moderno edificio.

Como si de El Corte Inglés se tratara, está organizado por temas.

• Moda joven y adulto.

Cópias de marcas varias: North Face, Custo, Burberry, Ralph Lauren, Louis Vuitton, Tod's... Regateando puedes pagar el 10% del precio inicial.

• Joyería para todos los públicos.

A los que no sean expertos seguro que les cuelan bolitas blancas de plástico por perlas auténticas. Es recomendable seguir el consejo que aparece en todas las guías: si no sabes lo que compras, paga cuanto menos mejor así te aseguras de que sólo te timen un poco.

• Electrónica.

¿Una Nintendo DS o una PSP copiadas? Aún sin descifrar muy bien si lo que venden es real o no, pero cuelan y parece que funcionan, aunque comprar 'gadgets' aquí es poco recomendable.

• Videoclub.

Por 10 yuanes (1 euro), el precio de un alquiler en España, te llevas el DVD a casa y encima te lo quedas. Venden todo tipo de películas, generalmente recientes y, aseguran los vendedores, de muy buena calidad de imagen.

• Souvenirs u ornamentación tradicional china fabricada en cadena.
• Sastres por si te apetece una copia hecha a medida.

La seda

La semana pasada han presentado su propia marca. La recién estrenada 'Silkstreet' ofrece, entre otros productos, corbatas, camisas y bufandas. Más de un comprador imaginará que son libres de copyright pero no, los propietarios de la marca aseguran que perseguirán todo tipo de falsificaciones. Aunque hay que decir que la amenaza suena más a reclamo mediático para ocupar titulares, que a una medida efectiva.

Puestos a hacer publicidad hay que aprovechar el tirón de los Juegos Olímpicos. Diversos carteles que decoran el exterior del edificio se hacen eco de su propia adaptación de un lema que espera unir a todo un pueblo. El eslogan de los Juegos "One world, one dream" (Un mundo un sueño) es ligeramente modificado para conseguir "One dream, one shopping paradise" (Un sueño, un paraíso de las compras). El espíritu olímpico todo en uno, pues en su interior también se puede comprar el merchandising de los Juegos Olímpicos en un puestecillo, aseguran, oficial. Eso dicen, pero uno ya empieza a desconfiar. Falta saber si el Pekín de los Juegos será el auténtico o no.