Los rebeldes chadianos aceptan la tregua pedida por los mediadores

Yamena.-  Los rebeldes chadianos aceptaron hoy una tregua unilateral que había sido pedida por un grupo de mediadores, mientas los habitantes de Yamena siguen abandonando masivamente la ciudad y los heridos eran atendidos en los hospitales.

El portavoz del Comando Militar Unificado (CMU), Abderamane Koulamallah, explicó telefónicamente a Efe que su grupo ha aceptado de forma unilateral el alto al fuego propuesto por Burkina Faso y Libia.

"Blaise Campaoré (presidente de Burkina Faso) y (el líder libio Muamar al) Gadaffi nos propusieron el alto al fuego y nosotros lo hemos aceptado", dijo Koulamallah.

Mientras tanto, los ciudadanos de Yamena seguían hoy abandonando masivamente la ciudad, donde centenares de personas fueron heridas y muertas durante los enfrentamientos del fin de semana.

El Comité Internacional de la Cruz Roja dio un balance de más de 1.000 heridos, pero sin concretar el número de muertos.

Más de 120 heridos, todos ellos civiles, eran atendidos hoy en el hospital americano de Yamena y más de 60 estaban ingresados en el hospital general, como pudo comprobar Efe.

El hospital militar, por su lado, declinó dar datos sobre los soldados que habían llegado a su centro.

Más de 70.000 personas, según la Cruz Roja, han llegado a la localidad camerunesa de Kuseri, que hace frontera con Chad, desbordando a las organizaciones humanitarias que tratan de darles asistencia.

Las familias chadianas inundaron anoche las calles y todos los rincones de Kuseri, que se ha convertido en el principal lugar de acogida de los refugiados.

"Ayer se desbordó todo. Paramos de contar y de registrar a la gente. Las cifras son exageradas", declaró telefónicamente a Efe desde Yaundé el responsable de la Cruz Roja Internacional en Camerún, Javier Medrano

Pero el flujo masivo se registraba esta mañana tanto de ida como de vuelta, ya que, debido a la cercanía de Kuseri con Yamena, muchos refugiados volvieron hoy, aprovechando la relativa calma, para recuperar algunos bienes que dejaron en la rápida huida, antes de refugiarse otra vez en Kuseri.

A la falta de alimentos y de abrigo, los refugiados tuvieron que hacer frente a las bajas temperaturas nocturnas y a los ladrones espontáneos que se aprovechaban de la situación para pillar los bienes.

En la frontera, los agentes negaban hoy el paso de todo vehículo, autorizando solamente a cruzar a pie, aunque, los que disponían de más medios, pagando una suma variable de dinero convencían a los gendarmes para que cambiara de opinión.

La ofensiva rebelde comenzó el lunes de la semana pasada desde el este del país, y con el paso de los días los insurgentes se fueron acercando a Yamena, en el extremo occidental, adonde llegaron el sábado pasado.

Rebeldes y soldados regulares intercambiaron un intenso fuego en las calles de Yamena el sábado y el domingo, y la calma comenzó a recuperarse a partir de ayer, lunes, lo que permitió a los pobladores de la ciudad salir de sus casas por primera vez en varios días.

Las fuerzas rebeldes consideraron como "táctica" su retirada de Yamena, con el fin de reagruparse y rearmarse, pero anunciaron que tenían intención de regresar, una posibilidad que, de momento, ha quedado en el aire a partir de la tregua unilateral anunciada por los rebeldes.

El Gobierno, sin embargo, no considera necesario sumarse a este alto el fuego porque, según sostiene, las tropas insurgentes han sido derrotadas.

"¿Para qué un alto el fuego? Los rebeldes ya no existen. ¿Con quién firmamos un alto el fuego? Los hemos derrotado", aseguró el primer ministro chadiano, Nourredine Delwa Kassiré Coumakoye, en declaraciones al canal francés "France 24".

Kassiré Coumakoye afirmó que los rebeldes han sido "diezmados" y repelidos a medio centenar de kilómetros de la ciudad, donde siguen siendo atacados por la aviación chadiana.

De visita en París, el ministro de Exteriores de Chad, Ahmad Allam-Mi, también rechazó la tregua aceptada por los rebeldes, a los que consideró "el instrumento de una agresión sudanesa" contra su país.