Rivalidad entre navieras por el mercado español con el alza anual de dos dígitos

Madrid.-  Todas las navieras que operan en España luchan por hacerse con un buen trozo de la apetitosa tarta que es el mercado de cruceros español, con un ritmo de crecimiento anual de dos dígitos todavía durante los próximos tres o cuatro años.

Aquellas compañías que capten mayor número de clientes españoles antes de que el espectacular incremento -de entre un 15% y un 20% anuales- en su demanda se modere, podrán contar con ellos "casi para siempre", dado el perfil repetidor del usuario de este tipo de producto turístico.

La más ambiciosa en este sentido es la naviera de origen italiano MSC Cruceros, que pretende no sólo escalar en España del actual tercer puesto al primero en dos años, adelantándose a sus rivales Pullmantur, propiedad de Royal Caribbean, y la estadounidense Chimenea Amarilla, sino liderar todo el mercado mediterráneo.

Para lograr sus objetivos, aumentará la flota a doce barcos en 2010, con una oferta semanal de 24.000 camas (en 2003 disponía de tan sólo 3.400), alcanzando la cifra de 1,1 millones de pasajeros frente a los 700.000 de 2007 (aumento superior al 30% sobre 2006), de los que el mercado español representa entre un 7,5% y un 8% (50.000 viajeros).

Pero no sólo con más camarotes se gana la batalla, hay que diferenciarse de los demás a través de lujo, flexibilidad, itinerario o actividades en mar y en tierra, para atraer al mayor número posible de clientes que disponen de una amplia oferta entre la que elegir.

MSC ha optado por el lujo y su barco Fantasía, que incorporará a finales de diciembre a su flota, además de ser el mayor jamás construido por un astillero europeo, será su primero en ofrecer una zona VIP denominada Yacht Club, "un paraíso dentro de otro paraíso", donde nada se dejará al azar.

Contará con un servicio de mayordomo las 24 horas al día o un salón panorámico de techo transparente para disfrutar del cielo incrustado de estrellas durante todo el crucero, al que se accederá por una escalera construida exclusivamente con cristal Svarowski.

En cambio, NCL (Norwegian Caribbean Lines), de capital estadounidense y trece barcos, prefiere que sus clientes se relajen completamente durante las vacaciones que pasen a bordo de sus cruceros y organicen su tiempo libre según el deseo de cada uno.

"Crucero a tu aire", nada de horas fijas para comer ni normas estrictas de vestimenta.

Para ello, sus barcos disponen de hasta trece restaurantes diferentes sin mesas asignadas, casi un tripulante por cada camarote, personal y guías de habla hispana, así como cursos de ordenador, yoga, cocina o excursiones en tierra en bicicleta o a caballo, entre otras actividades.

Por su parte, Royal Caribbean apuesta por la desestacionalización del mercado de cruceros, mediante la potenciación de su oferta de invierno desde Barcelona, además de proponer escapadas de dos o tres días entre abril y junio, que le han dado un buen resultado el año pasado.

El sector de cruceros mueve cada año 16 millones de pasajeros, de los que once millones son estadounidenses y ya cerca de medio millón españoles, cuya irrupción en el mercado data de 2001, cuando por primera vez superaron la barrera de 100.000 personas.

MSC Cruceros, la cuarta naviera a nivel mundial y primera de capital puramente europeo, registró el pasado año un crecimiento en el volumen de españoles del 50% respecto a 2006 y espera alcanzar un resultado similar al cierre del presente ejercicio, con un avance de un 40% o un 45%, hasta 70.000 pasajeros transportados.

El bautizo del Fantasía será precedido por el del Poesía, el próximo 8 de abril, por tanto dos barcos recién salidos del astillero incorporados a la flota de MSC en un año, un hecho inusual que "no se ha producido nunca en el mercado de cruceros", según el director general de la naviera en España, Emiliano González.

Por su parte, NCL finalizó el 2007 con un aumento del 65% en el mercado español, con lo que superó considerablemente el promedio general de Europa Continental, cifrado en un 40%, nivel de crecimiento que se mantendrá en 2008, mientras que el de los españoles se disparará hasta un 100%.