La santa… inquisición

Cristina López Schlichting es actualmente locutora de la COPE, pero durante algún tiempo fue compañera mía en El Mundo. Nos llamaba a todos "ratones", y en Navidades ponía en su mesa un Belén plegable. Un angelito, ¿verdad? Pues no. Resulta que tras esa persona aparentemente inmaculada y piadosa se escondía la niña del exorcista: los demonios habitan en sus entrañas. Demonios que expulsa por la boquita, en forma de calumnias verdes y con textura de moco, cada vez que le abren el micrófono.

Sólo alguien profundamente satánico es capaz de decir lo que ha dicho Cristinita en la campaña contra el Severo Ochoa, con la evidente intención de menospreciar, herir, difamar y causar alarma social. Lean sus palabras textuales, extraídas de diversos programas…

• "Estaba claro que la sedación no se utilizaba con el fin de paliar el sufrimiento, sino directamente para provocar la muerte del paciente".
• "No se trataba de aplicar morfina a enfermos terminales con horribles sufrimientos, sino que llegaba un señor con una insuficiencia respiratoria, con una apoplejía que tenía una esperanza de vida, a lo mejor de cinco años, y se lo apiolaban… sin permiso suyo, por supuesto, ni de su familia".
• "No confundamos esto con el asesinato de personas a las que un médico, supuestamente progre, consideró indignas de seguir viviendo".
• "Entonces, claro, cualquier sujeto de Urgencias te aplica aquí una inyección y te quita de en medio".

¿Cómo habrá reaccionado la buena de Cristinita ante la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid? Ya saben, la inocencia de los médicos, suprimir toda referencia a posibles "malas prácticas"… ¿Ustedes creen que Cristinita se confesará ante un sacerdote o que contratará a un buen abogado? Yo apuesto por lo primero. Los pecados que se declaran en el sacramento de confesión son secretos: Cristinita puede continuar sin problemas su trabajo como terrorista de la información. Además, si la justicia no cierra la COPE después de lo que sobre el caso del Severo Ochoa han dicho ella, Jiménez Losantos o César Vidal en sus tertulias (lean las cuatro primeras páginas del diario Público de ayer)… ¿Por qué preocuparse?

Nada resulta tan barato en España como la mentira, la injuria, el menosprecio o la maledicencia.

Por cierto… hoy es un día para la historia: 1 de febrero de 2008. Casi nada.

Ha habido fechas de enorme trascendencia para el desarrollo cultural de la humanidad. Como aquel de 1450 en que el herrero alemán Johannes Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles. O el 7 de mayo de 1824, cuando Ludwig van Beethoven dio a conocer su Novena Sinfonía, en re menor. Y qué me dicen del 24 de noviembre de 1859, cuando el librero londinense John Murrap lanzó la primera edición de "El origen de las especies". No olviden el 4 de junio de 1937, cuando Pablo Picasso dio por acabado el Guernica, cumbre de su periodo expresionista. O sólo cuando 16 días después, el 20 de junio del 37, el bluesman Robert Johnson terminó su última sesión de grabación en Dallas, dejando registrada la última de sus 29 memorables canciones.

Hoy, 1 de febrero de 2008, pasa a formar parte de esa lista de fechas que nos han hecho mejores como seres humanos. Que nos han ayudado a reflexionar sobre nosotros mismos. A hacer de nosotros individuos racionales, críticos, sensibles y comprometidos. A tomar conciencia de nuestros pensamientos, de nuestras obras y proyectos, y de la trascendencia de los mismos. Hoy, 1 de febrero de 2008, es una fecha clave en la historia de la cultura por derecho propio: a las 15.30 se emite el último "Aquí hay tomate". Por lo tanto, si no surge ningún contratiempo, a las 17.00 todo habrá terminado. Mañana la humanidad será un poco menos lerda, bastante menos estúpida, infinitamente menos hijaputa.

Pero seguro que el lunes viene alguien y lo jode…