Las malas prácticas

Ayer noche Sánchez Dragó, mi eyaculador interior favorito, tuvo una grandiosa oportunidad para quitarse el aura de pelele tántrico, de mamporrero gubernamental y de vanidoso crónico.

(EFE)

La Audiencia Provincial ha dado la razón a Luis Montes.

Pudo echarle dos cojones (de esos que debe tener reventones) y, disfrazado de supositorio (para dar continuidad a su pasión transformista), haber abierto su informativo de las doce de la noche en Telemadrid con la noticia del sobreseimiento y archivo de las presuntas sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa de Leganés. La noticia del día en su Comunidad, sin duda. Pero no lo hizo. Prefirió seguir arrodillado ante las ingles madrileñas de la mujer que paga su beca en la televisión pública. "En ambiente de euforia, Esperanza Aguirre se reunió con su partido", dijo como séptima noticia de la noche.

Del Severo, ni pío hasta pasada media hora, después de una publicidad y como tercera noticia de un bloque de informaciones de la Comunidad. La noticia tuvo menos de un minuto de duración e incluyó declaraciones del doctor Montes y de Esperanza Aguirre. Las de Aguirre, perfectas. Las del doctor Montes, con un sonido defectuoso que no permitía escuchar lo que decía. Juro que esto es verdad: ¡no se podían escuchar las palabras del doctor Montes!

Algunos de ustedes recordarán que el pasado 10 de mayo La Sexta emitió 'El Severo me duele', un excelente reportaje en el que analizaban el caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés, el ataque más duro y directo del gobierno de Esperanza Aguirre a la sanidad pública madrileña. Un reportaje visionario, puesto que adelantaba aquello que la Audiencia Provincial de Madrid ratificó ayer: la inocencia de los médicos. Queda archivado el caso sobre las presuntas sedaciones irregulares. Y exige que se suprima toda referencia a la posible "mala práctica" de los médicos denunciados.

Sigan haciendo memoria, y no olviden que a esos médicos hoy inocentes se les acusó hace casi tres años de 400 asesinatos por eutanasia activa. A uno de ellos, el doctor Montes, la emisora de los obispos llegó a bautizarle como "Doctor Muerte" y "Terminator".

En una democracia madura, en un país sano, Esperanza Aguirre pediría perdón e inmediatamente después dimitiría, arrastrando a las catacumbas políticas a Manuel Lamela, entonces consejero de Sanidad y brazo ejecutor de una farsa diseñada con un único fin: desacreditar el sistema sanitario público, primero, para privatizarlo después. Y Sánchez Dragó abandonaría la televisión pública para continuar su carrera de mimo ya de forma privada, esto es, vestido de Napoleón, en la Rambla de Barcelona.

En estos seis enlaces pueden ver, completo, el reportaje 'El Severo me duele'.

1. El Severo me duele I
2. El Severo me duele II
3. El Severo me duele III
4. El Severo me duele IV
5. El Severo me duele V
6. El Severo me duele VI