La ANNCOL plantea el canje de dos rebeldes extraditados por los tres rehenes de EE.UU.

Bogotá.-  La suerte de los tres estadounidenses secuestrados por las FARC depende de la puesta en libertad de los guerrilleros colombianos "Simón Trinidad" y "Sonia", extraditados a EE.UU. y el primero condenado a 60 años de cárcel, consideró hoy la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL).

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(EFE)

Fotografía de archivo del 3 de enero de 2004 de "Simón Trinidad", que fue condenado a 60 años de prisión por el delito de conspiración para el secuestro de Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Goncalvez.

"No hay otra solución" al caso de los rehenes norteamericanos que su canje o intercambio por ambos extraditados, advirtió ANNCOL, medio informático con sede en Estocolmo y cercano a las FARC.

"'Dame mis dos guerrilleros'. 'Toma tus tres espías'. Dame y toma. O, toma y dame", agregó la misma fuente al comentar la sentencia a sesenta años de prisión que "Simón Trinidad" recibió este lunes en Washington.

"Trinidad", alias de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, de 57 años, fue condenado por el delito de conspiración para el secuestro de Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Goncalvez, hechos cautivos el 13 de febrero de 2003 en las selvas del departamento colombiano del Caquetá, que sobrevolaban en una misión del llamado Plan Colombia.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los incluyeron en una relación de secuestrados, conformada ahora por 44 rehenes, con fines de canje por medio millar de presos, entre ellos Palmera y Anayibe Rojas ("Sonia").

"Si los gringos trataron de asustar a las FARC (con la condena), creemos que están equivocados", continuó ANNCOL, y apuntó que "nunca habíamos visto unos guerrilleros con tal firmeza ideológica como la mostrada por Simón y Sonia".

En las FARC, añadió la agencia, "saben que la extradición de Simón y Sonia ordenada por el narco-paramilitar presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, fue como 'haberle echado candado por dentro y tirado la llave al mar'".

Palmera y Rojas fueron extraditados a Estados Unidos a finales de 2004 y comienzos de 2005, respectivamente, en ambos casos tras ser procesados en ese país por narcotráfico y terrorismo.