El Fiscal pide al Tribunal Supremo que confirme las condenas de los procesados por Fontcalent

Madrid.-  El fiscal ha reclamado hoy al Tribunal Supremo (TS) que confirme la sentencia de la Audiencia de Alicante que condenó a una pena global de más de 500 años de prisión para once de los doce procesados por el motín de la prisión de Fontcalent (Alicante), ocurrido en 1990 y en el que murió un recluso argelino.

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(EFE)

Agentes de la Policía Nacional vigilan los alrededores del Centro Penitenciario de Fontcalent.

Así se ha pronunciado el representante del Ministerio Público ante la Sala de lo Penal del TS durante la vista pública para estudiar los recursos interpuestos por siete de los condenados.

La Audiencia Provincial de Alicante, tras la repetición del juicio por el motín, condenó a los acusados por los delitos de asesinato, detención ilegal, quebrantamiento de condena y robo.

La vista oral se repitió después de que el Supremo anulara el primer juicio, celebrado por videoconferencia en 2002, y decretara la nulidad de la correspondiente condena.

Tres de los que han recurrido la sentencia son Antonio C.E., "El Zorro", Francisco S., "El Rojo", y Miguel Ángel Q., quienes fueron condenados a penas de hasta 106 años por asesinato y detención ilegal.

Los otros recurrentes son Vicente G.C. (condenado a 86 años de prisión), Manuel P.S. (a 80 años), Juan Carlos B.C. (a dos años) y Juan José G. (a 33 años de cárcel); y sus abogados, al igual que los letrados de los otros tres, han pedido, entre otras cuestiones, que se anule la sentencia, que se repita el juicio con magistrados distintos y la absolución de sus patrocinados.

También han alegado que el Tribunal fue parcial y que se debería aplicar la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, así como que algunos delitos han prescrito, ya que los hechos tuvieron lugar hace dieciocho años.

Por su parte, el abogado del Estado ha solicitado que se absuelva a Instituciones Penitenciarias del pago en concepto de responsabilidad civil a los familiares del fallecido.

Los hechos se remontan al 12 de noviembre de 1990 en el módulo IV de Fontcalent, cuando tres funcionarios fueron reducidos por "el Zorro", quien, tras encerrarlos en una celda y apoderase de las llaves, abrió varias celdas, lo que permitió a otros reclusos salir a las galerías internas y retener bajo amenaza de agresión con pinchos a otros funcionarios.

Posteriormente los acusados lograron, a través del tejado, pasar al módulo III donde se unieron otros reclusos, uno de los cuales retuvo y secuestró a otro funcionario, así como a una monitora de gimnasia y a dos maestros de las aulas educativas de la cárcel.