Ehud Olmert seguirá las negociaciones de paz con Mahmud Abás

Jerusalén.-  El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha reiterado hoy su voluntad de continuar las negociaciones de paz con el presidente palestino Mahmud Abás, "que conducimos en un clima de seriedad, amistad y sinceridad", a pesar de la situación en Gaza.

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(EFE)

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, en el foro inter-disciplinario de la ciudad israelí de Herzliya.

"Nuestras relaciones se basan en la confianza y la sinceridad", agregó el jefe del Gobierno israelí, quien diserto esta noche en el foro inter-disciplinario de la ciudad israelí de Herzliya.

El terrorismo "que nos obliga a una actividad sin pausa en el sur del país y también en Cisjordania; la carencia de una adecuada infraestructura económica, de poder y judicial entre los palestinos, reducen su flexibilidad y, en especial, la de Israel", dijo Olmert.

"No tenemos otra salida que celebrar conversaciones de paz, y no tenemos un horizonte más promisorio de esperanza que la posibilidad de hacerlo con la actual dirección palestina", agregó Olmert.

De la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "se dice que es débil y no está capacitada para cumplir obligaciones y compromisos, y se dice que no controla la franja de Gaza, y que no tiene sentido debatir con sus representantes acerca del futuro de Cisjordania, y yo digo que no hay un liderazgo palestino mejor para hablar de paz", subrayó el jefe del Gobierno israelí.

En cuanto a la población palestina en la franja de Gaza, Olmert reafirmó que su Gobierno no permitirá una crisis humanitaria a raíz de los ataques de los milicianos palestinos contra civiles del sur de Israel, "pero en esta situación no hay nada que justifique que le ofrezcamos una vida cómoda mientras nuestros niños se mojan en la noche en la cama por el miedo a la explosión de sus cohetes".

Por tanto, señaló, por un lado seguirán las negociaciones con el presidente de la ANP, que también condena esos ataques, y por el otro el Ejército seguirá combatiendo contra los "terroristas".

Comentaristas de la prensa israelí indicaban que el discurso de Olmert tuvo por objeto conseguir el respaldo de la opinión publicación de la última parte del informe de la Comisión Winograd, que investigó sus fallos y los de las autoridades militares durante la guerra contra la milicia libanesa de Hizbulá, en julio-agosto de 2006.

Reservistas que combatieron en esa guerra y dos partidos en la oposición, el nacionalista de derecha Likud, y el pacifista Meretz exigen la dimisión de Olmert como lo hicieron el entonces jefe del Estado Mayor, general Dan Halutz, y el ministro de Defensa, Amir Peretz.

El primer ministro, entre otros motivos, es duramente criticado como responsable de esos fallos y sus detractores afirman que "debe dar el ejemplo y volver a su casa".