Francia y Alemania se suman al "no" a sacar a las FARC de la lista de terroristas

Bogotá.-  Francia y Alemania se sumaron hoy al rechazo de varios gobiernos a la propuesta del presidente venezolano, Hugo Chávez, de retirar a las FARC de la lista de grupos terroristas y reconocerle estatus de beligerancia.

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(EFE)

Claudia Rugeles de Jara muestra las pruebas de supervivencia del ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, secuestrado por las FARC en 2001.

El Ministerio francés de Asuntos Exteriores destacó hoy a través de su portavoz, Pascale Andréani, que tal hipótesis no se plantea hasta tanto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberen a todos los rehenes, entre los cuales está la política colombo-francesa Ingrid Betancourt.

"La revisión de la inscripción de las FARC en la lista de organizaciones terroristas no se podría considerar más que en el marco de la liberación de todos los rehenes y de un proceso de retorno a la paz civil en Colombia", destacó Andréani.

Francia, que es favorable a un intercambio humanitario en Colombia que permita la liberación de los secuestrados por las FARC -mas de 700, según el Ejecutivo colombiano-, asume así la misma postura que los gobiernos de España, EE.UU., Colombia y Alemania.

La propuesta de Chávez, hecha el pasado viernes, al día siguiente de que con su mediación las FARC liberasen a dos políticas colombianas que tenían retenidas desde hace más de seis años, no ha concitado siquiera el apoyo de sus aliados, como Argentina, Bolivia y Ecuador.

El mandatario venezolano, que dijo estar en contra del secuestro, planteó la concesión del estatus político a las FARC como una vía para la liberación de los secuestrados.

La canciller alemana, Ángela Merkel, se declaró hoy "muy escéptica" respecto a la propuesta de Chávez y dijo que el retiro de la lista de organizaciones terroristas debe ser decidido por la Unión Europea (UE).

En Colombia "sigue habiendo muchos desaparecidos", recordó Merkel, lo que es "suficientemente terrible", enfatizó.

Sobre el particular también se pronunció hoy el embajador de Estados Unidos en Colombia, William R. Brownfield, quien dijo que su país seguirá considerando a las FARC como una organización terrorista, mientras persista en cometer actos terroristas.

El diplomático anotó ante la prensa que si ese grupo terrorista "cambia su comportamiento, entonces se puede cambiar su designación, pero lo uno tiene que ocurrir antes que del otro".

La reacción de Brownfield sigue a las declaraciones que en ese sentido hizo este lunes en Washington el vocero del Departamento de Estado de EE.UU., Sean McCormack, quien dijo que las FARC "se han ganado su lugar en la lista del terrorismo".

El presidente Álvaro Uribe también reiteró hoy en Costa Rica a la comunidad internacional que las FARC es un grupo terrorista y que mientras no cese la violencia, la tortura y los secuestros, no debe levantársele esa clasificación.

Uribe recalcó que no se le puede quitar a esa guerrilla el calificativo de terrorista, toda vez que tiene "el dinero del narcotráfico", y agregó que eso obliga a decir que es "simple y llanamente un grupo terrorista".

Sin hacer mención directa a la propuesta del mandatario venezolano, Uribe manifestó que se mantendrá firme en su posición de que las FARC liberen a los más de 700 secuestrados que mantiene en su poder antes de considerarla como un grupo no terrorista.

Este lunes, el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), Javier Solana, se mostró en contra de otorgar estatus de beligerancia a las FARC y señaló que no cree que haya circunstancias que conduzcan "a tomar decisiones en este momento sobre un tema que ya está decidido".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, dijo también el lunes que el Ejecutivo español no va a cambiar su posición sobre las FARC, que es la misma, subrayó, que la de la UE.

El Gobierno de Perú también mostró su negativa a secundar la idea de Chávez y a través de su primer ministro, Jorge del Castillo, señaló que las FARC "no pueden pretender pasar a una situación de calificación distinta como precondición para liberar a los secuestrados".

No tan claro se pronunció al respecto el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien afirmó ayer que lo importante son las acciones y no las palabras o los nombres.

"No se trata de que deje o no de llamarse terroristas (...), se trata de ver las acciones", afirmó.

En un tono similar se manifestó el gobierno argentino, que señaló a través de su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que "nunca ha visualizado el problema de los rehenes de las FARC como un tema de naturaleza política", sino como una "misión humanitaria".

"A nosotros nos preocupa la situación de la gente (secuestrada) y seguimos en esa misión humanitaria y para eso lo mejor es seguir reclamando internacionalmente. Cualquier otro comentario en otro sentido lo que va a hacer es dificultar ese objetivo", manifestó Fernández.

El presidente Rafael Correa, de Ecuador, señaló el pasado sábado que "el fin no justifica los medios y es inaceptable que se tenga secuestradas a personas" en referencia a las FARC.