Eduardo Bayona recrea una historia cuyo último capítulo lo escribirá la Justicia

Zaragoza.-  El periodista Eduardo Bayona ha escrito un libro sobre la investigación del asesinato del alcalde de Fago Miguel Grima, un homicidio que conmocionó a toda España y que Bayona recrea en un libro cuyo último capítulo está abierto, puesto que ha de escribirlo la Audiencia de Huesca, cuando dicte sentencia sobre el caso.

Bayona presentó hoy su libro, "El crimen de Fago", en Zaragoza, un día antes de que se cumpla el primer aniversario de la desaparición de Miguel Grima, cuyo cadáver fue encontrado al día siguiente, el 13 de enero de 2007, en la cuneta de la carretera que une su pueblo, Fago, con Majones, con el corazón destrozado por un tiro de escopeta que presuntamente recibió durante una emboscada.

En un pueblo con las heridas aún abiertas por aquel crimen, cuya investigación se desarrolló en medio de un pacto de silencio de los habitantes de este municipio del Pirineo oscense, Bayona recrea los agrios y profundos enfrentamientos personales y las enrarecidas relaciones personales de los vecinos, divididos en dos bandos, que se habían ido envenenando paulatinamente y que llegaron a hacer insoportable la convivencia.

El libro analiza los primeros encuentros de juventud entre el alcalde asesinado y el que es, por ahora, el único imputado, el guarda forestal Santiago Mainar.

Amigos de juventud, fue Mainar quien propició la llegada de Grima al pequeño pueblo pirenaico y, así, el libro relata cómo empezaron sus primeras divergencias y los conflictos, que al parecer acabaron en la emboscada mortal.

No obstante, Bayona insistió en que el "capítulo final" de esta historia, que conmocionó a la opinión publica española, está por escribir, y será la Audiencia de Huesca quien ponga el punto final con la verdad judicial en torno al crimen.

El libro profundiza en las posibles causas que confluyeron en el trágico final del edil, que durante las dos legislaturas como alcalde se enfrentó a 23 procesos judiciales -19 en la segunda-, aunque sólo resultó condenado en uno.

"El crimen de Fago" ordena temporalmente estos escenarios de conflicto, relacionados con los abastecimientos de agua, con el paso del ganado por el pueblo, con el padrón municipal o con la pretensión de deslindarse de la cercana localidad de Ansó.

Tras la narración del crimen, Eduardo Bayona describe cómo discurre la investigación: el primer interrogatorio, con incongruencias, de Mainar, la recogida de pruebas y la toma de declaraciones que, todo junto, desembocó en la detención del guarda forestal, aunque también habla de "algún intento de maniobra de intoxicación mediática" y de "los muros de silencio" que impidieron implicar a más personas en el crimen.

Más que nuevos datos, el libro ofrece como novedad, según su autor, una "visión panorámica" de la época previa a crimen y de su investigación, que intenta contextualizar y ordenar todos los datos, "más allá de las pinceladas" que fue ofreciendo puntualmente la prensa.

Bayona cubrió el crimen para El Periódico de Aragón, medio para el que trabaja, y para realizar su trabajo, como para escribir luego el libro, se enfrentó al silencio de los vecinos, con los que reconoce que fue difícil hablar.