La Policía portuguesa calcula en casi 5 toneladas la cocaína incautada camuflada en pulpo congelado

LISBOA.-  La Policía Judicial, portuguesa en colaboración con la Policía Nacional española, se ha incautado de cerca de cinco toneladas de cocaína que se encontraban en el interior de un contenedor frigorífico que contenía 24 toneladas de pulpo congelado, con destino a Galicia.

www.policia.es (EUROPA PRESS/Patricia Ferro)

La Policía Judicial, portuguesa en colaboración con la Policía Nacional española, se ha incautado de cerca de cinco toneladas de cocaína que se encontraban en el interior de un contenedor frigorífico que contenía 24 toneladas de pulpo congelado, con destino a Galicia.

El contenedor en el que se encontraba la droga llegó al puerto lisboeta procedente de Venezuela el pasado 22 de diciembre y en su interior había 24 toneladas declaradas como pulpo congelado, empaquetado en 635 cajas de cartón, de las que en 235 estaba camuflada una cantidad indeterminada de clorhidrato de cocaína, cuyo peso bruto asciende a unas 9,4 toneladas, incluido el hielo.

Así, según las autoridades lusas, serían cerca de 5 toneladas de cocaína, su estimación exacta. Ahora se está analizando una muestra más completa de otras cajas, dada la "singularidad" del procedimiento de camuflaje.

La amplia operación policial conjunta ha permitido, después de tres años de investigación, desarticular una organización criminal que operaba en diversos puntos de la Península Ibérica y que pretendía introducir en Europa elevadas cantidades de cocaína, según ratificaron la Policía lusa y la española.

La operación denominada 'Arcos' se realizó de manera simultánea en España y Portugal. Así, la Policía portuguesa detuvo a tres personas: un ciudadano de origen colombiano, otro de nacionalidad portuguesa pero natural de Cabo Verde de 49 años, y otro ciudadano luso de 70 años, y son de Setúbal y el norte del país, respectivamente.

Para la Policía portuguesa, así como para la española, lo más destacado e "importante" de esta operación ha sido el "inédito modus operandi" en el camuflaje de la droga, ya que la solución acuosa de clorhidrato de cocaína congelada "era desconocido hasta ahora en España y Portugal". Aunque reconocieron que lo conocían y que el éxito de esta operación se debe al trabajo de cooperación y coordinación que realizaron con sus homólogos españoles desde hace casi tres años.

En España bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 3 de los de la Audiencia Nacional y de su Fiscalía Antidroga, la Udyco de la Jefatura Superior de Policía de Galicia ha realizado cinco detenciones y ha registrado varios inmuebles en Madrid, Toledo y Salamanca.

ARRESTOS Y REGISTROS

Los arrestados son: C.A.N.M., 'Armando', de 49 años, colombiano nacionalizado español detenido en Illescas (Toledo); F.C.C., 'Paco', de 65 años, arrestado en Madrid; A.C.C., 'Ferino', de 60 años, detenido en Salamanca; J.R.P., 'Viejo' y 'Barbas', de 76 años, detenido en Madrid e I.R.V., de 42 años, arrestado en Tudela (Navarra) pero con domicilio en Valverde del Fresno (Cáceres). Todos fueron trasladados a Madrid, tanto para la instrucción del atestado como para la puesta a disposición judicial que se produjo el pasado día 5 de enero.

Además, en los registros se han hallado cerca de 50.000 euros, teléfonos móviles, ordenadores portátiles y agendas electrónicas, dos coches de gama alta y numerosa documentación supuestamente relacionada con posibles actividades de tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

La carga procedía de Venezuela y tenía como destino una empresa de importación portuguesa, para después continuar viaje a España, según recoge el comunicado de la Policía lusa, que indica que la banda desarticulada formaba parte de un grupo organizado y mantenía en su estructura un reparto de responsabilidades entre distintos individuos. Además, contaría con un representante en España el grupo sudamericano, proveedor de la mercancía.

La Policía apunta también la existencia de importadores españoles que financiarían parte de los gastos, de los cuales algunos mantendrían los contactos con Portugal -numerosos viajes y citas- tanto para el logro de la empresa importadora, como para práctica de las gestiones de llegada del contenedor con la sustancia estupefaciente; además de algún otro que, posible y simplemente se limitaría a financiar. Asimismo existía quien se tendría que encargar del transporte de la cocaína por carretera desde Portugal a España.

De este modo, se trata de una importante cantidad de droga, con el uso de la cobertura de circuitos internacionales, valiéndose de operaciones de comercio internacional entre empresas. El grupo mantenía relaciones continuadas en los últimos años, con los fines señalados, habiendo tenido otros proyectos de importación de la droga que no consta que hayan prosperado.