El mejor regalo

Estamos en temporada de ofrecer regalos, algunos y algunas ya los han dado en Nochebuena, pero todavía quedan los clásicos Reyes Magos. En esta época podemos caer presos del consumismo desaforado y acabar aburridos de las dichosas compras. Muchas veces terminamos creyendo que lo importante es conseguir el regalo más exótico y singular, cuando en realidad lo que prima es la intención. Y, sobre todo, ser capaces de transmitir nuestros sentimientos.

Cuanto más sugerente sea el texto, mejor.

Por eso creemos que vale la pena dedicar atención a estos detalles para que cumplan realmente su función y el esfuerzo valga la pena. En primer lugar, los regalos se deberían escoger con mimo y comprarlos con tiempo y no a última hora, con prisas, con las tiendas llenas de gente. Por otro lado está la forma de presentar el regalo. Escoger el momento de entregarlo, el envoltorio adecuado y, sobre todo, la tarjeta que lo acompaña. Entendemos que esta recomendación puede ser útil para muchos hombres a los que, a veces, les parecen tonterías estas pequeñeces, cuando ciertamente tocan la fibra sensible y son la sal de la vida.

La gracia del regalo está en la personalización del mismo. Y la mejor manera de personalizarlo es con un mensaje. Si se ofrece un regalo escogido con especial cariño y se acompaña con una tarjeta donde se expresan los sentimientos, el efecto se multiplica. Aunque os parezcan cursis, mensajes como estos pueden ser muy efectivos: «Gracias por todo lo que hemos compartido, ha sido maravillo tenerte a mi lado». «Eres lo más bonito que me ha pasado, gracias por esas pequeñas cosas que hacen más feliz mi vida». La clave está en que el mensaje sea sincero. Y para culminar y caldear el ambiente, dejar notas mucho más explicitas, íntimas y eróticas en el dormitorio, sobre la almohada.

Sí, los SMS también dan mucho juego, pero no tienen el impacto de una tarjeta escrita de puño y letra.

Como los poetas no abundan, sería buena idea que los más creativos ayudarais escribiendo notas que puedan inspirar a los demás y, de esa forma, multiplicar momentos de felicidad.

¿Te ha emocionado especialmente el mensaje que acompañaba algún regalo? ¿Qué mensaje te gustaría recibir?