La Unión Europea e Israel, puntales de la estrategia exterior del Mercosur

Montevideo.-  El Mercosur ha puesto su confianza en las relaciones con la Unión Europea (UE) e Israel como base de la estrategia orientada a incrementar su peso en otros mercados, que impulsará durante la cumbre de la próxima semana en Montevideo.

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(EFE)

El Mercosur ha puesto su confianza en las relaciones con la Unión Europea (UE) e Israel como base de la estrategia orientada a incrementar su peso en otros mercados.

Si las discrepancias regionales han impedido a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay concretar su integración económica en el marco del Mercosur, la política comercial exterior de esta unión aduanera nacida en 1991 tampoco lo ha tenido fácil hasta ahora.

Dos objetivos del Mercosur en material comercial, la firma de sendos acuerdos con la UE e Israel, no se han concretado, aunque este último podría plasmarse en la cumbre que se celebrará en la capital uruguaya.

El canciller brasileño, Celso Amorim, desmintió hace unos días el fracaso de las negociaciones con Israel y dijo que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con ese país seguramente se firmará en Montevideo.

"Las negociaciones ya las terminamos, pero siempre hay aspectos impredecibles, aunque estoy casi seguro de que vamos a firmarlo en Montevideo", dijo.

Las exportaciones israelíes a los cuatro miembros del Mercosur y Venezuela, que tramita la adhesión plena al bloque, sumaron 597 millones de dólares en 2006, en tanto que las exportaciones del bloque suramericano a ese país llegaron a 430 millones de dólares.

Más difícil parece el Acuerdo de Asociación con la UE, que el Mercosur negocia desde 1999, pero que está prácticamente estancado desde hace dos años.

Los europeos, principales inversores y socios comerciales del Mercosur, están pendientes de que concluya la Ronda de Doha en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para sacar adelante el acuerdo.

Los países del Mercosur, con el apoyo de algún miembro de la UE, como España, prefieren que no se supedite la firma de ese acuerdo a la conclusión de la Ronda de Doha.

"Se necesita de una voluntad política firme para llegar a ese Acuerdo de Asociación y no hay por qué esperar al final de la Ronda de Doha", dijo hace unos meses la secretaria española de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, durante una reunión de la UE y el Mercosur en Santo Domingo.

Está previsto además que a la cumbre de Montevideo asista el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia.

La esperanza de un acuerdo con la UE fue manifestada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien en un reciente discurso ante empresarios explicó que, dada la nueva condición de su país como socio estratégico del bloque europeo, hay una apuesta decidida para que Brasil "sea una especie de patrocinador" de esa iniciativa.

Sin embargo, uno de los mayores escollos para ese acuerdo es la negociación sobre los subsidios al sector agrícola en la UE.

Los miembros del Mercosur reclaman la eliminación de esos subsidios, mientras que los representantes de los 27 países de la UE demandan una mayor apertura de los sectores industriales y de servicios del bloque suramericano.

La UE está muy preocupada también por las condiciones en que se puedan mover en los países del Mercosur los inversores europeos.

Aunque Venezuela todavía no es socio pleno del Mercosur, en Europa se ven con mucha aprensión las reiteradas amenazas lanzadas por el presidente Hugo Chávez contra las empresas extranjeras que operan en su país.

Si se firmara el TLC con Israel, sería el primero extra-regional del Mercosur, aunque este bloque tiene ya un acuerdo de preferencia con la Unión Aduanera de África del Sur y espera firmar uno similar en el primer semestre de 2008 con el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán).