La retención de un funcionario de la ONU por indios en Brasil puede estar ligada al tráfico de diamantes

Brasilia.-  Un conflicto por diamantes puede estar detrás del secuestro de un funcionario español de la ONU y de otras cuatro personas, retenidas por indios en un remoto rincón de la Amazonía brasileña y cuya liberación se negociaba hoy, según fuentes oficiales.

Miembros de la etnia cinta-larga retienen desde el pasado sábado en el estado de Rondonia al español David Martín Castro, funcionario del Alto Comisariado de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra; al procurador de la República en esa región, Reginaldo Pereira da Trindade, y a dos empleados de la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai).

Aunque inicialmente se dijo que eran los únicos cautivos, fuentes oficiales consultadas por Efe precisaron hoy que la esposa de Pereira da Trindade también permanecía retenida.

El superintendente de la Policía Federal en Rondonia, Sergio Lucio Mar dos Santos Pontes, consideró que por detrás del secuestro pueden esconderse intereses vinculados al tráfico de diamantes, que son abundantes en la zona y han sido objeto de violentos conflictos entre indios y mineros ilegales.

Un grupo de 29 mineros fue asesinado por los cinta-larga en el 2004 y desde entonces la Policía Federal mantiene una vigilancia permanente en la zona.

Una de las condiciones que han puesto los indios para liberar a los cautivos ha sido precisamente la retirada de la Policía Federal de la reserva.

Otras exigencias son la expulsión de un grupo de mineros que, al parecer, trabaja ilegalmente en la zona y mejoras en los servicios de salud y educación.

En las últimas semanas fueron detenidas varias personas que pretendían sacar diamantes de la zona y uno de ellos, que llevaba 44 piedras, confesó que le habían sido entregadas por los indios, explicó Dos Santos Pontes a Efe.

Según el jefe policial, hay indios "dedicados a la explotación de diamantes en forma ilegal" que se resisten a la fiscalización de las autoridades y por eso exigen su retirada.

Apuntó que, además, los indios tampoco aceptan la "competencia" que suponen los mineros clandestinos, que al parecer están operando actualmente en la reserva Roosvelt.

Los cinta-larga aceptaron reunirse hoy fuera de la reserva con un grupo de autoridades, entre quienes está el presidente de la Funai, Marcio Meira, quien viajó a Rondonia para negociar la liberación de los rehenes.

En la reunión, que se celebraba en Cocoal, ciudad próxima a la reserva y a 550 kilómetros de Porto Velho, capital de Rondonia, participaban también miembros de otras etnias que habitan en esa región cercana a la frontera con Bolivia y han ofrecido colaboración.

"La reunión era tensa, porque los cinta-larga insisten en que se deben cumplir todas las condiciones que han puesto", dijo hoy a Efe un portavoz del Ministerio Público en Rondonia.

El secuestro ocurrió el pasado sábado cuando el grupo llegó a la reserva Roosvelt para hacer una visita, curiosamente invitado por los propios indios.

Dos Santos Pontes explicó a Efe que, si la Policía Federal hubiera sido informada de esa visita, "no la habría recomendado", por el carácter violento de los cinta-larga y porque tenía información de que se estaba planificando "algo" contra la presencia de ese cuerpo de seguridad en la reserva.

La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, manifestó hoy en Ginebra su confianza en que el Gobierno brasileño podrá resolver la situación y dijo que le han asegurado que David Martín Castro y los otros rehenes "se encuentran en muy buen estado".

Fuentes del Ministerio Público explicaron que los indios han permitido que a los rehenes les sea entregada ropa y confirmaron que no han sido maltratados.