Brasil acaricia la Copa del Mundo y Puerto Rico se hace el 'Harakiri'

Tokio.-  Brasil ya acaricia la Copa del Mundo de voleibol después de su victoria de hoy ante Rusia, en la auténtica final anticipada de la competición, mientras que Puerto Rico se hizo el 'Harakiri' deportivo al perder ante Australia y poner en bandeja el quinto puesto a la selección española.

Brasil ya acaricia la Copa del Mundo 2007 tras vencer, en la auténtica final anticipada, a Rusia por el claro marcador de 3-0, dejando patente que los brasileños siguen siendo los indiscutibles número uno del mundo del voleibol.

Brasil no tiene jugadores tan altos ni tan potentes como los rusos, pero tienen velocidad, imaginación y recursos técnicos como para doblegar a cualquier otro equipo. Hoy lo volvieron a demostrar.

Rusia, que llegó a la novena jornada invicta, perdió ayer contra Bulgaria, quizá porque se reservó para la gran cita de hoy, y perdió ante Brasil. Además, cerrará su participación en la Copa del Mundo con un difícil partido ante Estados Unidos, mientras que Brasil se medirá a los anfitriones, a Japón.

Las dos selecciones trataron de explotar sus mejores armas, la fuerza, el bloqueo y el saque, los rusos; la velocidad de balón y la técnica e imaginación los brasileños. Evidentemente ganó la segunda opción.

Brasil sabía de la importancia de este partido y se había preparado para él. Cuando Gustavo cerró la victoria, con la consecución del últimos punto, llegó el momento de las celebraciones y en eso, Brasil también es el mejor.

Puerto Rico se hizo, ante Australia, el 'harakiri' deportivo, facilitando de paso el acceso a España al quinto puesto de la clasificación, al perder un partido en el que nunca se encontraron centrados y en el que la desmotivación, además del cansancio, fueron los factores fundamentales.

Tras perder el primer set y ganar, enrabietado el segundo, Puerto Rico volvió a cometer los mismos errores: indecisiones, falta de actividad, de contundencia; quizá también el cansancio jugó sus bazas, pero todos los equipos están en las mismas circunstancias, así que esa es una excusa menor.

Carlos Cardona, entrenador de Puerto Rico, tuvo que solicitar tiempo muerto cuando sólo se habían jugado tres puntos del tercer set, los tres ganados por Australia, pero no pudo detener la hemorragia de su equipo, que se desangraba sobre la pista.

Puerto Rico trató de encontrar a Héctor Soto como solución a sus problemas y aunque el atacante respondió a la llamada, no encontró demasiada continuidad en sus compañeros, mientras que los australianos iban creciendo en confianza y contundencia a cada punto que ganaban.

Al final, Puerto Rico se hizo el 'harakiri' deportivo, desperdiciando el quinto puesto y dejándoselo en bandeja a España.

La selección española de voleibol encadenó su cuarta victoria consecutiva ante Corea del Sur, un equipo difícil de jugar, por su velocidad, y ante el que el cansancio de tantos partidos estuvo a punto de jugar una mala pasada.

Corea del Sur salió en tromba, quizá por aquello de que donde hay confianza da asco, debido a que antes de comenzar esta Copa del Mundo, España estuvo una semana en ese país asiático entrenándose y se había enfrentado en un amistoso a sus anfitriones.

Las buenas defensas coreanas y su inhibición en el saque, donde arriesgan todo, les dio buenos resultados, mientras que España alternaba buenas acciones con fallos en el servicio y en la recepción, fundamentalmente.

España, no obstante, se comportó como el mejor equipo que es y a la hora de la verdad, después de un empate a 21, resolvió con facilidad y rapidez, apuntándose el primer set por 25-22.

La segunda manga tuvo un desarrollo bastante parecido y en la tercera costó bastante cerrar el partido y hubo que recurrir al cuarto balón de partido para cerrar la victoria. El favor de Puerto Rico llegaría ya con los jugadores en el hotel.

Argentina, con un calendario final, tan fuerte como el que tuvieron España y Puerto Rico en la primera sede de Matsumoto, volvió a perder, esta vez ante Estados Unidos, que no le dio la menor opción de victoria.

Con 2-0 en contra, Argentina luchó para meterse en el partido, pero sus continuos errores en el saque acabaron por descentrarlos y dar al traste con todo el esfuerzo realizado.