El nuevo debate entre republicanos revela un viejo problema: ausencia de liderazgo

Washington.-  El acalorado debate que los aspirantes republicanos a la Casa Blanca mantuvieron en Florida confirmó lo que los analistas y la prensa sospechaban: entre los ocho conservadores no hay, al menos de momento, favorito.

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(EFE)

Los precandidatos republicanos a la presidencia de los Estados Unidos Mitt Romney (i) y Rudy Giuliani (d) intercambian ideas ayer durante el debate de CNN y el portal de internet YouTube.

Periódicos como The New York Times mencionan que el debate de anoche confirma que todas las puertas permanecen abiertas en el bando conservador.

La revista británica The Economist llega a una conclusión similar al afirmar que el puesto de favorito sigue "vacante".

Y el rotativo The Washington Post destaca que Mitt Romney, que encabeza las encuestas en los estados que inaugurarán en enero las elecciones primarias, se mostró "cauteloso e inseguro" durante varios momentos del debate.

El ex alcalde de Nueva York y líder en los sondeos a nivel nacional Rudy Giuliani tampoco salió muy bien parado tras una jornada en la que tuvo que hablar sobre el posible uso irregular de los servicios de seguridad.

Anderson Cooper, el presentador de la cadena de televisión CNN que moderó el debate, sacó a colación un artículo de la revista "Político", según el cual Giuliani habría cargado a las cuentas públicas servicios de seguridad que utilizó con fines privados.

La publicación aduce que Giuliani utilizó esos servicios en el 2001 para que lo acompañasen en las visitas a la mujer con la que entonces mantenía una relación extramarital y con la que está casado ahora: Judith Nathan.

"Político" sostiene que Giuliani cargó facturas de miles de dólares por esos servicios de seguridad a agencias gubernamentales.

El ex alcalde explicó que existían amenazas sobre su vida y que los agentes de seguridad lo acompañaban a todas partes, a lo que añadió que los gastos "se manejaron de forma totalmente apropiada".

Acusaciones como esa revelan los puntos débiles de Giuliani, quien se ha visto en aprietos últimamente después de que el ex jefe de policía de Nueva York y su protegido, Bernard Kerik, fuese acusado de fraude fiscal, conspiración y otros cargos.

A los trapos sucios que salieron a flote, se sumó el encontronazo entre Giuliani y Romney, que se acusaron mutuamente de ignorar las leyes sobre inmigración ilegal.

Los portavoces de ambos políticos insistieron hoy en presentar a sus candidatos como víctimas de ataques negativos no solo mutuos, sino del resto de contrincantes.

"Mientras que el objetivo de Rudy fue el de decir al pueblo estadounidense por qué él está mejor preparado para ser presidente y a dónde quiere llevar al país, otros candidatos tenían otras cosas en mente", dijo hoy en declaraciones a la prensa Maria Comella, portavoz de Giuliani.

Romney, por su parte, aseguró al canal de televisión MSNBC, que fue objeto de ataques por liderar las encuestas de intención de voto en Iowa y Nuevo Hampshire, donde arranca en enero el proceso para la selección de candidatos de ambos partidos.

Después de estas defensas póstumas, lo cierto es que ninguno de los dos "presidenciables" logró muy buenos resultados en una encuesta virtual realizada por el diario The Wall Street Journal, en la que el legislador texano Ron Paul aparece como el ganador de la noche.

Paul se hizo con 1.386 votos, un 65 por ciento del total, seguido del ex senador Fred Thompson con el 13 y el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee con el 9 por ciento.

Giuliani y Romney, los supuestos líderes del pelotón, lograron solo el tres y cuatro por ciento de los votos, respectivamente.

El debate, organizado por la cadena CNN y el sitio de Internet YouTube, estuvo dominado por el tema migratorio durante la primera media hora.