Boca Juniors depende de sí mismo y su entrenador Russo de los resultados

Buenos Aires.-  Miguel Russo, entrenador de Boca Juniors, campeón de la Copa Libertadores 2007, está limitado para hacer planes de cara al 2008 porque no ha recibido de parte del club seguridades sobre su futuro inmediato.

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(EFE)

El jugador de Boca Juniors Neri Cardozo (c) celebra con sus compañeros tras conseguir anotar el primer gol de su equipo ante Racing, durante el partido por la fecha 15 del torneo Apertura.

La irregularidad del equipo en la Liga tras aquella conquista internacional de junio pasado, que tuvo como emblema a Juan Román Riquelme -quien regresó al Villarreal tras posar con el trofeo-, restaron crédito al técnico, al que le ha costado encaminar futbolísticamente a sus jugadores después de aquella baja.

Tres empates y cuatro derrotas en el Apertura 2007, y una de ellas nada menos que ante el histórico rival boquense, River Plate, determinaron que Pedro Pompilio, a cargo de la presidencia del club por licencia de Mauricio Macri, dedicado a la política, dijera que a finales de año la situación de Russo "será analizada".

En los días en que se efectuaría el análisis, habrán culminado las elecciones para la renovación de autoridades en el club, en las que Pompilio es candidato a la presidencia.

Su opositor, Roberto Digón, ya ha anunciado que de ser elegido contratará a Carlos Bianchi, ganador de nueve títulos de campeón como entrenador de Boca entre 1998 y 2003, entre ellos tres en la Libertadores y dos en la Intercontinental.

Si no existiera un compromiso al respecto entre Digón y Bianchi, éste lo habría manifestado públicamente, pero el silencio del técnico otorga credibilidad al anuncio del candidato.

Russo también se mantiene en silencio, pero su ayudante Marcelo Trobbiani ha dicho que es "sorprendente" que Boca Juniors no le haya renovado el contrato a estas alturas, después de haber ganado la Libertadores con el equipo.

Trobbiani añadió que en cualquier club de la región, una vez logrado ese trofeo, se habrían asegurado la continuidad del entrenador.

A Boca Juniors le quedan por delante cuatro partidos del torneo Apertura 2007 desde el segundo puesto a tres de distancia del líder, Lanús, equipo al que se enfrentará en la penúltima jornada, por lo cual depende de sí mismo para alcanzar el título de campeón.

En el caso de llegar al último capítulo de la competición con la misma cantidad de puntos que Lanús, el reglamento del torneo contempla la disputa de un partido extra, como ocurrió con el Apertura 2006, ganado por Estudiantes frente a Boca, entonces dirigido por Ricardo La Volpe, ex seleccionador mexicano.

Y por último, la prueba de fuego para Russo será el Mundial de Clubes que se disputará en Japón.

Todo indica que si Boca Juniors no gana el Apertura y tampoco el Mundial, Russo podrá empezar a hacer planes inmediatamente, pero fuera del club boquense, en el que no ha logrado conquistar a la afición. Y que si el equipo gana el primero y no el segundo bastante poco cambiarían las cosas.

Una situación parecida ocurre en otro poderoso club argentino, River Plate, en el que el técnico Daniel Passarella, que tiene contrato hasta 2009, dimitirá si el equipo no gana la Copa Sudamericana, según lo anunció él mismo en mayo pasado.