Una cuestión de altura. Físicamente, los jugadores alemanes son mucho más poderosos que los turcos. De hecho, los de Terim han llegado fundidos al final del partido. En esta imagen, se aprecia la diferencia de altura entre los alemanes Frings, Metzelder y Mertesacker, con respecto al turco Karadeniz. Las innumerables bajas de los turcos han acabado pasando factura a los jugadores, que, aun así, llegaron a poner en apuros a los alemanes. En todo caso, Turquía habrá de conformarse con las semifinales, como ya ocurriera en el Mundial de 2002.