Según el CSN, no existen dudas sobre el origen del suceso, constituido por la emisión de partículas activas por la chimenea de ventilación a consecuencia del arrastre de la contaminación depositada en los conductos de ventilación del edificio de combustible. La central nuclear no informó de este suceso hasta el 4 de abril, comunicando el hallazgo y recogida dentro de su emplazamiento de partículas radiactivas que comenzaron a detectarse el 14 de marzo.