En la lata comercializada en 1996, las modificaciones respecto a sus predecesoras fueron más que evidentes. Por primera vez se incorporó en el diseño el color negro y las tan características gotas de agua. Además, se incluyó el exitoso eslogan "Siempre Coca-Cola" y el nombre de la marca aparecía sobreimpreso en la imagen de la botella. Los caracteres se mantienen, pero empezaron a aparecer sombreados.