Unos 400.000 estadounidenses tomaron hoy el centro de Washington para celebrar lo que muchos creyeron que nunca verían en su vida: un negro en la Casa Blanca."He venido aquí con mi hija para que sea testigo de la historia", dijo Latina Ross, acompañada de su hija Kiara y otros miembros de su familia, la cual se trasladó a la capital desde Carolina del Norte.Los Ross, que son negros, estaban en las inmediaciones del Monumento a George Washington, donde unas pantallas gigantes trasmitían un concierto y una aparición del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, que tenía lugar en el Monumento a Abraham Lincoln, a varios kilómetros de distancia.La distancia entre uno y otro era un compacto mar humano en el que brillaban las sonrisas y los flashes para congelar un momento que nadie olvidará. Tiempo: 1:02