Las reglas para no meter la pata al informar del recuento

A la espera de conocer quién será el inquilino de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, Washingtonpost.com explica en su blog 'Behind the numbers' algunas claves para no despistarnos con las cifras de esta noche.

Abed Al Hafiz Hashlamoun (EFE)

Soldados en Cisjordania, atentos a la tele.

1. Después de los errores cometidos por algunas cadenas de televisión en 2000 y 2004 por culpa de encuestas a pie de urna que no tuvieron mucho que ver con el resultado final, éste es el acuerdo al que han llegado: tres representantes de las organizaciones encargadas de las primeras encuestas y resultados — la Organización Electoral Nacional, un consorcio de medios de comunicación y la agencia Associated Press— se encerrarán en una habitación.

No tendrán acceso a teléfonos ni Internet, por lo que nadie podrá filtrar la información compartida en esa habitación.

2. Cualquier dato o previsión revelada antes de las 11 de la noche en España será eso, una previsión, y no debe contar como indicador de un resultado oficial.

3. A partir de las 11 de la noche, los medios de comunicación tendrán datos de las primeras estimaciones, pero seguirán estando basadas en encuestas a pie de urna, no resultados.

4. Después de la media noche, cuando cierren las urnas en Indiana (estado clave) y Kentucky, las estimaciones estarán reforzadas por los primeros recuentos. Aún así, muchos medios combinan estos primeros resultados con los obtenidos en las primarias y niveles de participación, por lo que hasta que no haya datos de un recuento, sin que esté maquillado por encuestas a pie de urna, nadie puede aventurar el ganador.

5. Algunos de los resultados iniciales estarán clasificados demográficamente: participación de población negra, mujeres, menores de 30 años, veteranos… pero siguen siendo resultados parciales que no tienen por qué coincidir con el resultado final.