Cientos de militares italianos comenzaron hoy a patrullar las calles y vigilar objetivos sensibles y centros de inmigración en las principales ciudades del país para reforzar la seguridad, medida que se prolongará durante seis meses, como parte del plan de seguridad del gobierno conservador de Silvio Berlusconi. Esta mañana comenzaron a verse los primeros soldados, de los 3.000 previstos, en las ciudades italianas de Roma, Milán, Nápoles, Bari, Catania, Padua, Palermo, Turín y Verona, para custodiar centros de inmigrantes, monumentos, embajadas y estaciones de ferrocarril. 42''