Nos damos un paseo por Triángulo Ballesta, un barrio en plena transición, que intenta luchar contra la prostitución y la droga con armas como la moda y el arte. En estos días varios diseñadores se han atrevido a mostrar sus prendas en locales en los que antes había prostíbulos, carnicerías o lavanderías. Sin tratar de borrar la historia y respetando las estructuras iniciales, han conseguido que ya se respire otro aire en lo que esperan que sea el 'Soho madrileño'.