Los grupos indígenas del sur de Costa Rica anunciaron hoy que se oponen a la construcción de un proyecto hidroeléctrico valorado en 1.850 millones de dólares, debido a que creen que causará daños al medioambiente y a la cultura. Representantes de los territorios indígenas del sur del país, donde viven 15.000 pobladores, exigieron al Gobierno efectuar una consulta en las zonas. Aunque la construcción de la planta Diquís creará unos 5.000 empleos, los líderes aborígenes expresaron que esto se aleja mucho del plan de desarrollo integral que buscan para sus pueblos.