Los trenes argentinos no necesitan nada para saltar a la fama. Ni alta velocidad, ni socabones, ni siquiera conductor. Un tren salió el miércoles de Palmira, en la provincia de Mendoza, y atravesó tres ciudades. Aparentemente, todo de motu proprio. Lo detuvieron después de dos horas y tuvieron que hacerlo al choque. La empresa del ferrocarril, América Logística Latina, baraja que fuera un sabotaje.