DCD

El grupo Def Con Dos actuarán en el próximo festival Tole Rock. En las letras de sus canciones encontramos frecuentes ataques contra la religión católica. ¿Trangresores o simplemente maleducados?

Cartel del próximo festival de Tole Rock

Solía afirmar la periodista y escritora italiana Oriana Fallaci, cuando se le preguntaba sobre sus creencias religiosas, que ella era una atea católica. Respondía así también por ejemplo a quienes la acusaban de atacar con excesiva dureza a la religión musulmana, especialmente en libros como La Rabia y el Orgullo, surgido tras los atentados del 11S, y por el que recibió incluso amenazas de muerte, o en La Fuerza de la Razón, con el que quiso dar cumplida respuesta precisamente a esas intimidaciones. Es curioso que en ambos casos lo que comenzaron siendo una especie de artículos periodísticos acabaron por verse plasmados en sendas obras literarias.

Confieso sentirme representado en esa corriente ideológica compartida no sólo por la Fallaci, sino por otra serie de pensadores contemporáneos, por lo que a pesar de mi recelo inicial ante cualquier religión, me molestan e irritan profundamente las agresiones verbales que se dirigen cada vez con más frecuencia, contra la religión católica, y por ende, contra sus fieles practicantes. Nos encontramos constantemente con personas que aprovechan cualquier pretexto para insultar y vejar todo aquello que tenga que ver con el catolicismo, defendiendo por el contrario en la mayoría de los casos, otras religiones o creencias, sobre todo la musulmana.

Nunca he llegado a comprender los motivos por los que para defender una posición es necesario descalificar a los defensores de otra. Y menos aún, cuando aquí no deberían existir rivales ni enemigos, pues al final, se trata sólo de actuar conforme a una religión u otra. Ahora bien, dicho esto, sí es cierto –no nos vamos a engañar a estas alturas- que ciertas religiones, llevadas a posiciones extremistas, amparan o incluso promueven la violencia con el fin imponerse al resto. Es en estos casos cuando me siento aún más convencido de mi condición de ateo católico, y al igual que la Fallaci, con las palabras y la razón como único instrumento de lucha, defiendo a capa y espada lo que considero que es menester salvaguardar. Porque siento en mí como un deber ineludible, la defensa del honor y el respeto que me merecen millones de católicos creyentes, entre los que se encuentran algunas de las personas a las que más amo en este mundo.

Lo cierto es que todo lo anterior viene a cuento de que hace algunos días escuché en la radio una canción -por denominarlo de algún modo en el que podamos todos entendernos- del grupo Def Con Dos (DCD para quien esto escribe). La letra de dicha canción, Trabajando para Dios, es un fiel reflejo de esa corriente practicada por algunos artistas de tres al cuarto, por desgracia no pocos, que consiste en insultar y denigrar de manera zafia y gratuita a la Iglesia Católica, a sus creyentes, y en definitiva, a todo lo que guarde relación con ellos.

Como me gusta informarme antes de opinar, y a pesar de que con aquella basura (pido disculpas de antemano a quienes pueda gustarles; su música, no la basura) ya había destrozado para largo tiempo mi sentido auditivo, aun a riesgo de acabar definitivamente con él, me decidí a investigar un poco más sobre los DCD. Como me esperaba, no pude encontrar en ellos nada que fuera de mi agrado. Pero ya se sabe que para gustos hay colores, y algunos muy raros. Sin embargo, lo que sí encontré en una de las canciones de su último ¿trabajo?, Aló Alá, fue todo un ejemplo de ingenio e inspiración poética, en el que dejan muy claro su postura ideológica, que además, pude también constatar en alguna de las entrevistas concedidas a los medios -que por desgracia también tuve el “placer” de leer-: se las trae completamente al pairo cualquier religión, pero puestos a escoger, reniegan y aborrecen el catolicismo y prefieren abrazarse al Islam.

No hay nada que más deteste en este mundo que aquellos que emponzoñados en la ignorancia y sumidos en posturas completamente retrógradas, pretendan encima hacernos creer que somos nosotros los ignorantes y los rancios. Desconozco y por tanto prefiero abstenerme de juzgar, el nivel intelectual de los miembros de DCD, pero les invitaría a que fueran un poco más ingeniosos a la hora de componer sus canciones. No sé si tal vez ellos con este tipo de composiciones piensan que son de lo más transgresor y moderno, pero por si no se han dado cuenta, lo que nos sobran ya son libros, películas, canciones o ¿arte? en general contra la fe católica. Que prueben por ello con otras temáticas si de verdad quieren ser los más malos malísimos del lugar, y ya de paso, que traten de explorar nuevos países en los que dar a conocer su talento, aunque a lo peor en algunos de ellos pueden encontrarse con alguna dificultad para ello, por la prohibición expresa de la religión impuesta en esos países, y que prohíbe toda aquella música que represente diversión o entretenimiento. Si bien, pensándolo mejor, poco de diversión o entretenimiento encontrarán escuchando a DCD; más bien al contrario: martirio y penitencia. ¿Quién sabe? Lo mismo por ese camino encuentran un filón.

En la próxima edición del festival Tole Rock, que se celebrará el 7 de Noviembre en Toledo con la inestimable colaboración de su Ayuntamiento, estarán presentes entre otros grupos los DCD. Quizás alguien debería preguntarse si el dinero público está para pagar y subvencionar a alguien que se dedica a insultar a un buen número de ciudadanos. Perdón, se me olvidaba que es arte. Disculpen mi ignorancia. Retrógrado que es uno.