“La ciudad de Rosario, en Argentina, tiene un Gobierno cruel”

Son palabras de Leonardo Anselmi un rosarino afincado en Barcelona, actualmente Coordinador de la Asociación LIBERA!, quien ha sido entrevistado para medios de comunicación españoles acerca de la problemática de los caballos en dicha ciudad argentina.

Cadáver de caballo lanzado al vertedero en Rosario (Argentina), una vez muerto tras una vida de maltratos.

¿Qué pasa con los caballos en Rosario?

Qué no pasa me preguntará. Caballos maltratados, golpeados, mutilados, pero que antes de eso han sido víctimas de un maltrato metódico y continuado durante años, haciéndoles cargar durante muchas horas al día, un promedio de 12 horas (aunque en algunos casos es incluso más), la basura que el Municipio no se encarga de recoger, y que termina siendo recolectada por personas que utilizan estos caballos como medio de locomoción.

¿Y el Gobierno de la ciudad no hace nada?

Nada, Rosario tiene un Gobierno cruel. Se han reunido con animalistas de la ciudad en varias ocasiones y por tanto conocen el problema; se les han presentado proyectos, ideas, sugerencias, se les ha presionado, pero según parece éste es un tema menor para nuestros políticos. Yo personalmente les he escrito en dos ocasiones y no he recibido ninguna respuesta, excepto del Concejal Jorge Boasso, de la oposición, quien me ha remitido además un proyecto que tiene al respecto.

Según entiendo el drama no es solamente animal sino también humano.

Así es, y lo bueno del caso es que con una sola medida podrían solucionar ambos problemas. Las personas que se encargan de este “servicio no pagado” de recogida de basura se encuentran también en una situación muy desfavorecida socialmente, realizan una labor importante pero en malas condiciones, un trabajo que el propio municipio tendría que hacer y que de hecho no hace.

Habiendo en Argentina tanta problemática humana ¿cómo enfrentan las organizaciones las reivindicaciones a favor de los animales?

Es un tópico bastante común y con el que nos solemos encontrar: “primero hay que encargarse de las personas”. Lo cierto es que aquellos que suelen decir esto no hacen nada por las personas, y este tipo de reflexiones solamente les sirve para justificar su pasividad ante la injusticia, sea de la índole que sea, o bien para normalizar su crueldad de cara a los animales.

De todos modos ante estos planteamientos yo tengo varias respuestas; en principio entiendo que la protección de los animales es trabajar en las bases de la empatía, la compasión y el respeto. Todo aquel que maltrata a un ser indefenso es una persona cruel, sea la víctima un humano o un animal. En el ámbito político los Gobiernos crueles con los animales no me generan ninguna confianza respecto a las medidas que puedan tomar de cara a las personas; la frialdad y la pasividad ante casos de maltrato animal hablan muy mal de esos políticos y no deberían ser sujetos de nuestra confianza.

¿Y qué medidas han propuesto los animalistas?

En ciudades como Medellín en Colombia, incluso también en Argentina, en la ciudad de Córdoba, se han comenzado a gestionar proyectos para reemplazar los caballos por otros vehículos tipo bicicletas, o incluso vehículos a motor. Del mismo modo se ha identificado a estas personas como gestores de reciclaje. Este tipo de medidas tienen una doble ventaja, ya que por un lado legitiman y controlan a las personas que realizan una labor tan necesaria en una ciudad, como es el reciclaje de residuos, a la vez que evitan el maltrato de cientos y cientos de caballos que tienen que cargar con muchos kilos de peso durante jornadas muy extensas, evitándoles además un maltrato muy cruel al que son sometidos cuando “ya no sirven”, fruto de estar a merced de personas que provienen de zona marginales, analfabetas en la mayoría de los casos, y con un nivel de consciencia igual a cero en lo que se refiere a respeto animal.

¿Y es sólo un problema de caballos?

Ojalá lo fuera. El próximo fin de semana son las elecciones municipales en la ciudad, y a causa de ello un grupo de activistas está realizando un acto informativo en la plaza 25 de Mayo, frente a la Municipalidad, exigiendo varios puntos de acción política para favorecer la situación de los animales en Rosario. Es importante aclarar que dichos puntos son apenas unos “mínimos” ante los que cualquier municipalidad mínimamente progresista debería acceder y poner en práctica. Piden desde el cumplimiento de la Ley Nacional o de la propia Ordenanza, hasta un trato humanitario dentro de la IMUSA, que hace la función de centro de acogidas de perros, aunque se trata de un verdadero campo de exterminio y maltrato de animales desfavorecidos.

¿Y qué piensa la sociedad al respecto?

Como en todos los ámbitos, hay de todo, y personalmente respeto todas las posturas. Lo único en lo que los rosarinos debemos reflexionar es en que no podemos pensar que somos una ciudad importante, progresista, evolucionada, si aún seguimos aceptando la esclavitud y el maltrato sistemático de animales en nuestro modelo de vida diario, y además justificamos esas cuestiones bajo el pretexto de la pobreza. La pobreza es un problema y el maltrato de animales es otro problema bien diferente, aunque existan medidas que puedan dar un principio de solución a ambas cuestiones.

LIBERA! se destaca por ser una asociación muy efectiva en las campañas que se propone en el ámbito español o europeo ¿piensa tomar alguna medida acerca de la situación de los animales en una ciudad argentina?

Como argentino -y más aún como rosarino- no puedo mirar hacia otro lado, y he propuesto en la Comisión Directiva de la Asociación realizar una campaña al respecto. La respuesta del resto de miembros ha sido favorable, y ahora estamos trabajando en ello. Desde hace unas semanas hemos comenzando una investigación, tenemos dos personas en el terreno recogiendo filmaciones y fotos para denunciar el hecho a nivel internacional, para lograr que finalmente Rosario cambie esta postura aunque sea por vergüenza.

A la vez estamos trabajando en un concurso de dibujo, con premios para los niños y los colegios, donde la consigna será “Dile al Intendente que los animales son tus amigos”. Con esto esperamos que la clase política comprenda que su modelo de gestión de la problemática de los animales corresponde a una estructura del pasado, arraigada en la idea de ver a los animales como simples “cosas”, tal y como se los veía en el Siglo XIX. Las nuevas generaciones rechazan esta noción y asumen que todos los animales son seres sensibles, y por tanto merecedores de nuestro respeto.