Competencia se cae del guindo con la gasolina

A buenas horas. La Comisión Nacional de la Competencia se ha caido del guindo con el sector de la distribución de carburantes. Según publica El País, acaba de elaborar un informe donde deja claro que tres grandes compañías se ponen deacuerdo con un incendiario pastel, el de las gasolinas, y se reparten estupendos beneficios quemando el bolsillo de los usuarios.

El precio de las gasolinas es similar en todas las estaciones de servicio.

Ya pocos nos acordamos de las antiguas estaciones de servicios en las que un atento operario abría el depósito y, mientras echaba gasolina, limpiaba el parabrisas o comprobaba la presión de los neumáticos. Hoy esto ya es historia. La liberalización del sector de los carburantes, antes controlado por CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos) dio paso a la entrada de operadores privados. Un proceso que, en teoría, debería haber beneficiado al usuario, aumentando la competencia en el sector, tanto en servicios como en precios.

Según sabamos,  CNC indica en  un informe que "el proceso privatizador iniciado en la década de los noventa no dio los resultados esperados y la intensidad de la competencia sigue siendo reducida, por lo que la presencia de operadores se ha visto frustrada por diferentes problemas que han impedido el desarrollo de una mayor presión competitiva".

Nada de esto ha ocurrido, bien al contrario. La mayor parte de las estaciones de las tres compañías que dominan el mercado (CEPSA, REPSOL y BP) son estaciones de autoservicio. En algunos casos hacen pagar al usuario por adelantado (¿usuario=delincuente?) y le obligan a manipular un producto peligroso, en ocasiones sin ni siquiera garantizar el acceso guantes protectores u ofreciendo instrucciones para el correcto uso de los dispensadores.

La situación en los precios es más que llamativa. La gasolina sube considerablemente y de forma inmediata cuando lo hace el petróleo, pero no baja cuando desciende el precio del barril de crudo, o al menos tarda bastante más en hacerlo. Hay una uniformidad de costes, y las diferencias de precio de gasolinas se limitan sólo a céntimos. Las pretroleras se han encargado de configurar los precios con tres decimales, ofreciendo una aparente diferenciación de coste cuando no  lo es por no ser significativa.

Ahora ha llegado la CNC, se ha caido del guindo y nos cuenta todo lo que ya sabemos los usuarios en nuestro día a día.

Entre las medidas que propone la CNC estarían aumentar el número de gasolineras y que la administración garantice la entrada de otros operadores. El informe de la  CNC no es vinculante, y si el Ministerio de Industria le hace el mismo caso que hizo al diictamen de la Comisión Nacional de la Energía en relación con la liberalización del sector eléctrico y la entrada en vigor de la Tarifa de Ultimo Recurso, lo más probable es que nada cambie.