Nusrat Fateh Ali Khan, o la voz desde el cielo.

Breve mención de un artista diferente.

Nusrat Fateh Ali Khan

El que suscribe este breve artículo descubrió a Nusrat Fateh Ali Khan a través de Jeff Buckley. Gratamente impresionado por la música de este último, y ya muerto tragicamente mientras chapoteaba en el Mississipi, me dispuse a tragarme su página web de homenaje. Todo muy bonito, muy en la onda "jeffbuckleana", salvo una extraña referencia: uno de sus músicos preferidos era Nusrat Fateh Ali Khan. ¿Quién es este?. Hay que ver que gustos más raros tenía el Jeff este... .

Así que busqué en el Kazaa (si, ha llovido desde entonces, aún no existía Youtube) algo de este señor. Y fue tal la impresión, que aún no me he recuperado. Poco a poco empecé a bucear en su música, y a cada chapuzón me pareció más profunda, más insondable y llena de matices. Después me enteré que había colaborado con Peter Gabriel, fundamentalmente, y que su poderio interpretativo había dejado profunda huella en otros, como Eddie Vedder. De hecho, con el primero sacó un disco Mustt Mustt, donde Nusrat deja relámpagos de fuerza vocal y poderío interpretativo, mezclados con guitarritas y soniditos enlatados tan del gusto de P. Gabriel, que no están mal, pero que son como zumbiditos de mosca alrededor de un elefante.

Merece la pena escuchar canciones de su concierto en Brasil, varias de las cuales están en ese album (no así otras), para ver a Nusrat en su esplendor. Aquí se puede ver también como se estructura tipicamente una composición quawali, con tres partes, que incluyen recitaciones de textos sagrados, instrumentalización y canto devocional, y un cantico propiamente dicho, acompañados de tambores, tamborcillos y un cordófono llamado tambura. Pero lo que caracteriza a esta música es el canto, uno de los más complejos conocidos, y que en el caso que nos ocupa alcanzó su máxima expresión.

Mención aparte merece su colaboración con Eddie Vedder para la banda sonora de la película de Tim Robbins Dead Man Walking, conocida en España como Pena de Muerte, con composiciones muy hermosas donde se combina el quawwali con la personalísima interpretación del de Pearl Jam. Algo así como rock sufí, si es que eso existe, que crea composiciones sencillamente deliciosas (pudiendo opinarse lo contrario, por supuesto).

¿Pero que es esto del quawali, que Nusrat dominó en vida hasta convertirlo en leyenda viva en su país, Pakistán?. El quawali es una música devocional sufí. Esto es, es una música de origen religioso originada hace unos 700 años en la zona indopakistaní, enraizada en tradiciones musicales de la zona y vinculada al sufismo, la rama mística del Islam. Hay diversas músicas sufíes en el orbe musulmán, como las magrebíes y egipcias, las turcas, vinculadas a los derviches (esos señores y damas de falta y sombrero cónico que giran y giran sin parar), y las pakistaníes, esto es, las que emplean el quawali. Esta música tiene una función precisa: facilitar el trance de sus ejecutores y oyentes, entrando en un estado en el que, según ellos, se logra algo así como la unión con la divinidad. Es una tradición muy arraigada en Pakistán, con muchísimos seguidores. En el documental Nusrat Fateh Ali Khan, Voice from Heaven (cuyo título hemos pedido prestado), se puede comprobar el impacto de la música de Nusrat Fateh Ali Khan en todo el mundo.

Pero creencias religiosas aparte, que no tenemos porque compartir para escuchar esta música, es recomendable aunque sea un par de veces escucharla tranquilamente. Preferiblemente en la playa, o un parque, con calma y apertura de mente. Y puede que entonces comprendamos el por qué de la fuerza de esta música y de que Nusrat Fateh Ali Khan haya cautivado a tantos a lo largo del mundo. O no, eso depende de cada uno.