Internet: del psiquiátrico a la cárcel

Adictos a los videojuegos piden ayuda psiquiátrica para dejar su enganche. Personas que están perdiendo su vida pegados a una pantalla. Sobre los peligros y las mentiras sociales de la Red...

Enjuto Mojamuto, un animado de lo más desanimado.

Las noticias en torno a la dependencia a Internet se suceden estos días: Daniel González en su exitoso blog de videojuegos del portal 20 minutos publica una aterradora carta de una lectora que implora ayuda psiquiátrica para escapar de la adicción de un juego en línea:

"...Realmente es odioso darse cuenta de cómo desperdicias tu vida por algo que no existe. Aun asi, hoy, después de estar dos meses sin jugar al WoW y haberle dado un vuelco impresionante a mi vida, he empezado a comer. ¡Si!, ¡a comer! Dejé de comer para no tener que despegarme de la pantalla. He emprendido un negocio, hago yoga a diario, hablo con la gente, vuelvo a hablar con mi familia, y aún, después de esto... lamentablemente echo de menos el WoW...

...¡Dios! Me he quitado de fumar y no me ha costado trabajo en comparación a dejar de jugar al WoW, ¿cómo os lo explicáis? Necesito esas quest... esos objetivos... pero en la vida real..."

ABC.es publicó este martes que asesinaron a un adolescente adicto a Internet; Y para colmo, tras su paso por Valencia, la jornada de los frikis de la informática (La Campus Party) se traslada a Mexico después del verano, invadiendo otro continente  de “horas sin dormir por estar conectados”.

Llevo tiempo esperando encontrar la percha para hablar sobre uno de los libros que como bloguero me ha dado una colleja de esas que duelen con gusto. Se llama 'El mundo a través de una pantalla’ (de Lee Siegel, crítico televisivo americano) / editado por: Tendencias.

Siegel habla de lo pernicioso que es estar dependiendo de una pantalla de ordenador, y también de la farsa de los conceptos progresistas que nos han vendido asociados a Internet: “megademocracia”, “cultura sin barreras”, “ventanas a artistas antes desconocidos”, “el poder de los blogs”…

También cuenta lo peligroso que es creer que eres libre gracias a la Red, cuando en realidad estás atrapado. Y no hace falta estar de psiquiatra, como los adictos al WoW, sino por el mero hecho de conectarte a facebook, por ejemplo, y creer que te encuentras en una “red social”:

“Antes salíamos a la calle o a tomar una cerveza, ahora, en la era de Internet, uno termina su trabajo y se dirige a su ordenador o se conecta en línea. Allí entra en un sitio de relaciones sociales, inserta comentarios en su blog, escribe alguna cosa, intenta conocer a un compañero sentimental, quizá tener sexo o un tipo especial de sexo. Puede enviar un correo electrónico, pero nadie hace sólo esto en la Red. Cada actividad en línea nos conduce a otra similar.

Luego, también, casi definitivamente acabará en un sitio de pago o que está patrocinado por una gran empresa que mantiene el interés en el sitio con otro tipo de artilugios artificiales y manipulaciones…”

La “megademocracia de la Red”, esa que da voz y voto a todo bicho viviente para subir vídeos a youtube, esos blogueros y comentaristas que intentan convencer con sus post que lo que dicen y lo alto con que se dice es sinónimo de poder, también es criticada por Siegel: “Un amigo mío lo llama la megademocracia, una democracia que, a través de la perversión de sus principios, complace a sus adversarios. Yo lo llamo un giro fatídico de la democracia”.

Y, sobre todo, critica el concepto de persona/social . Al igual que me he cuestionado yo siempre qué es eso de estar haciendo migas en frente de una pantalla: ¿quién dice que puede tener amigos en la red de facebook?, ¿a cuántas de las personas que tenemos agregadas en nuestro perfil nos atreveríamos a saludar si los encontraramos por la calle?, ¿por qué los llamamos redes sociales cuando no son más que redes virtuales que no ayudan en nada a socializarnos? El contacto humano se ha perdido por culpa de estas quedadas virtuales, agónicas y permanentes.

Así lo explica Siegel:

"Los nicks que encontramos por la red, comentaristas de noticias, blogs, chats, redes sociales, perfiles… no son personas. Son presencias, que a modo de personas, existen de forma infinita. Estas presencias en línea existen demasiado en nuestra mente para ser personas humanas auténticas, más bien son presencias fantasmagóricas sobre nosotros… La gente que se encuentra por Internet son mitad personas y mitad bloques de construcción para sus fantasias. Usted es quien da energía como un Dios a los fantasmas que tiene en frente.”

A esos fantasmas, a los personajes que crearon otros en sus realidades virtuales, al fantasma de sí misma del que quedó enganchada la amiga que pedía ayuda en el blog. A esos secuestra la Red.

Nosotros, que cada vez pasamos más y más horas en Internet desconectados de la vida real, podemos vivir la desgracia de acabar también encarcelados por Internet. Yo cada vez estoy irremediablemente más enganchado, pero me doy cuenta de la adicción (dicen que es el primer paso) y aquí os la he querido desarrollar, amigos virtuales. ¿Estoy ya para el ingreso?, ¿lo estamos todos?