La entrevista (de la denuncia) de Pé.

Lo reconozco: mi placer culpable es Pé. Me gusta, la sigo y me he visto en el brete de defender su talento y, sobre todo, su innegable esfuerzo más de una vez. La diferencia es que ahora vivo en el Reino Unido y aquí esa situación no se da. Aquí ella no es un “guilty pleasure” sino una actriz de prestigio.

El País, que no sé si se desliza suavemente hacia el amarillismo o son cosas mías, pero ahí están las fotos de las fiestas de Berlusconi, con las caras pixeladas pero no los miembros viriles, y la innecesaria sobredosis de Michael Jackson (y lo que nos queda), titulaba ayer un artículo Obsesiva, insegura y discreta, refiriéndose a la entrevista que la de Alcobendas había concedido a la revista británica Psychologies. Éste recogía parte de las declaraciones y al final, lo "menos importante", un paréntesis: “[Antonio Rubial, jefe de prensa de la oficina de representación de Penélope Cruz, afirmó anoche que se trata de "una entrevista totalmente inventada", y que los abogados de la actriz estudian qué medidas legales tomar].”

De Psychologies había un buen fajo en el supermercado en el que la compré (en este país, lloviendo un día sí y otro también, es imposible lo de los kioscos de prensa en mitad de la calle). Penélope Cruz aparece cómoda y clara, pero sin meterse en terrenos movedizos. De ser cierta, la entrevista es sincera, pero tampoco un notición de primera mano tal y como ayer intentaba hacer creer el informativo de La Sexta, donde parece que se acerca el verano y tienen que ir inflando la información. Ni habla de Bardem ni de anteriores relaciones ni nada mucho más personal. Dice que es obsesiva con su trabajo, protectora con sus amigos e insegura, como probablemente seamos el cien por cien de las personas que hemos elegido una profesión inestable y, por tanto y valga la redundancia, insegura.

(Si alguno quiere verla en una entrevista verdaderamente sincera, o, por lo menos, una pizquita más y de verdad, que pinche...

... Para el que no sepa inglés: cuenta que siempre estuvo obsesionada con Almodóvar, tanto, que incluso rondaba la zona en la que vivía por si se lo encontraba, que todo el mundo tiene un pequeño ataque de nervios el día previo a los Oscar, ella el suyo propio, y que antes de rodar la inseguridad nunca desaparece.)

Una amiga escocesa se sorprendía hace un rato de que unas declaraciones así, en la línea habitual, es decir, completamente superficiales, fueran noticia en España. Sin embargo, el empeño tan patrio de vender la parte medio vacía de la botella parece enturbiar la verdadera noticia: una publicación “seria” se ha inventado una entrevista. 

Psychologies sí que puede considerarse casi un placer culpable. Los consejos que dan y el análisis que hacen de los problemas parecen sacados de una novelita de Paulo Coelho. Por no hablar de la publicidad, que en una publicación que en teoría te ayuda a aceptarte y a conocerte a ti mismo es casi en un cien por cien de cosméticos. Pero dentro de la basura que se acumula en la sección de prensa de un supermercado británico, es canelita en rama al lado de estanterías llenísimas con los niños de piel noruega del difunto Jacko.