Le damos un buen repaso a este enano arrogante
Que nadie se lleve a engaño, en esta ocasión no voy a hablar de Sarkozy sino de David el Gnomo, uno de esos personajes que llevo atravesados desde mi más tierna edad. Como no me gusta juzgar injustamente, paso a detallarles los motivos.
Para los que no tengan el gusto de conocer al personajillo en cuestión, explicarles muy brevemente que el tal señor Gnomo - que ni apellido se le conoce - es un ser pequeñajo y barbudo, mezcla de Torrebruno y Papá Noel, que vive en el bosque con su señora Lisa y que el único oficio que se le conoce es el de hacer cosas por los animalillos del bosque. Hoy diríamos que es un vago con una conciencia ecológica exacerbada.
Ya que citamos a Lisa, la gnoma consorte, decir que esa pobre gnoma vive esclavizada por el jeta de su marido. Porque ¿alguien ha visto a David el Gnomo mover un plato?
Yo no. Sin embargo la pobre Lisa todo el día en esa casa: que si friega, que si barre, que si cocina... y ¿para qué? Pues para que venga el señor David, se siente a la mesa, le pongan el plato delante de la barba y el tío no retire ni su plato. La ministra Aído debería tomar cartas en el asunto a la mayor brevedad.
Después sólo hay que oírle hablar. La modestia no debe haber llegado al país de los gnomos, amigos. Para empezar te cuenta aquello de "soy siete veces más fuerte que tú" y se queda tan ancho. ¿Pero tú te has visto? ¿es que no tenéis espejos en el bosque? Y bueno, puede que seas más fuerte que yo, que hace un par de años que no piso el gimnasio... Pero ¿eres siete veces más fuerte que Chuck Norris? ¿eh?
Luego sigue con su arrogancia diciéndonos lo de que es "muy veloz". ¡Para la cinta! - si me permiten el butanismo - Dale para atrás, ponlo otra vez... "muy veloz". ¡Stop! ¿Ha dicho "muy veloz"?
Déjenme que les explique lo veloz que es. Veloz será dando órdenes. El señorito David el Gnomo tiene un zorro-taxi llamado Swift, 24 horas aparcado a la puerta de su árbol. El caballerito, en cuanto tiene que dar más de dos pasos le da un silbido al pobre de Swift y venga a correr bosque arriba y bosque abajo. Que lo tiene al pobre todo el día con la lengua fuera. "Amigo Swift, amigo Swift, llévame a rescatar unos palomos" o "Swift, amigo fiel, vamos a ver a las ardillitas" o "Corre buen amigo Swift, que tenemos que salvar un cervatillo de los cazadores". El tío todo lo resuelve con la amistad. Ahí sí que es veloz el tipejo este. De la mujer de Swift el zorro prefiero no hablar en esta ocasión, yo no digo nada, la gente en el bosque habla mucho...
David el Gnomo es una carga insoportable para la Seguridad Social. Se vanagloria también de ser "el más anciano del lugar". Normal, si vive como un rajá... Y digo yo ¿no va siendo hora de dejar paso a las nuevas generaciones de gnomos? Porque el raquítico personaje sigue ejerciendo como doctor, pero como encima cobra en nueces y frutos del bosque, no declara nada al fisco. Una vergüenza.
Y luego otra, "y siempre estoy de buen humor". En primer lugar decirle que el viejales éste se conoce todas las hierbas y hongos del bosque. Yo no sé lo que toma o dejará de tomar, allá cada cual. Pero psicotrópicos aparte ¿Se imaginan que alguien que no da un palo al agua y que tiene a todos los animales del bosque a su servicio, todavía tuviese mal carácter? Pero ¿qué preocupaciones tiene David el Gnomo? Es como cuando se escucha por ahí lo de que don Juan Carlos es muy campechano...
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