Ser españoles al 10.000 por mil

Daría para reír a mandíbula batiente si no fuera porque es dramáticamente real. Confidencialba rescata un documento inédito, del año 1939, de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, la misma que ha calificado como "no apto" a un agente en prácticas, después de que este pidiera una mejora en sus condiciones.

"Orden de la Comandancia del día 25 de diciembre de 1939. Año de la victoria". Ni Navidad ni nada. Cuando toca trabajar, toca trabajar, aunque sea para presentar una documentación. Se trata de un documento único remitido a este Confidencial, emitido justo al término de la guerra civil y en plena dictadura franquista en la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, la misma que ahora ha puesto en pie de guerra a las asociaciones profesionales de la Benemérita por el caso del agente en prácticas al que se ha retirado su calificación de apto. Dicen en esas asociaciones que, a veces, no hay mucha diferencia entre aquel pasado y estos tiempos.

Debido a su interés, se reproduce un extracto de este texto. Algunos pasajes, si no fuera por lo dramático de que no son un chiste, serían para desternillarse de risa, como ese "hay que ser españoles no al 100 por 100, sino al 10.000 por 1.000". O la formulación por la que, si no se puede atender a la familia, "ahí se queda y Dios dispondrá". Los subrayados son por cuenta de Confidencialba:

"Dentro de 6 días se dará V. cuenta de que todos los guardias y V. tienen (...) su docuentación completa, y la documentación del Puesto también completa, sin excusa ni pretexto de ningún género, que no admitiré. (...) Quiere decirse que si no lo tienen en forma reglamentaria por carecer de material, será en forma antirreglamentaria, pero lo han de tener completo, en papel negro, blanco, amarillo... o en papel de estraza... o en ladrillos, si otra cosa no hubiera.

(...) Los dos tomos del reglamento también, que los sacarán de debajo de la tierra (...) los han de saber todos los individuos y Clases desde la primera página a la última, y el articulado perfectamente de memoria, sin excusa ni pretexto, amén de todas las órdenes y circulares habidas y por haber, primero, porque para eso nos pagan, segundo, para saber todo y cumplir con su obligación y tercero, para no hacer el ridículo.

(...) El Guardia Civil de tipo cazurro desaparecerá, somos beneméritos, pero nobles, francos, sin confianza nunca en nada ni en nadie y sólo se empleará esta cazurrería con el que sea preciso. No quiero ni un arma, ni un cartucho, ni un explosivo por recoger, ni un delincuente que evada la acción de la justicia, y si al pueblo volviese o a su demarcción algún individuo indultado o amnistiado, se le vigilará tan convenientemente que, ni beba, ni duerma ni haga nada en ningún momento sin que nosotros los sepamos.

(...) Las armas no podrán tenerlas más que los buenos españoles, para defender a España y contra los malos. Hay que ser españoles no 100 por 100, pues esto es una miseria, si no lo menos 10.000 por 1.000. Somos españoles y hay que sacrificarse por España, detrás de ella nadie, delante mucho menos. Al lado de ella TODOS. (...) El descanso que pueda esperar a la Guardia Civil hasta que la Patria entre en sus cauces es, comer poco, dormir menos, trabajar de las 24 horas del día por lo menos 48. No quiero ni un permiso, ni una licencia, ni aún por enfermo, no quiero enfermos. El enfermo presta servicio, y cuando se muere uno se acaba y en paz.

(...) La familia, se acabó. No existe. Si se puede llevar o atender, se hace, si no ahí queda y Dios dispondrá, pero se acabó aquello de... mi hijo... mi mujer... mi madre... etc., y otras zarandajas debilidades (...) primero hay que cumplir la obligación hasta caer y nada más, sea como sea.

(...) Cuando el Guardia de puertas dé la voz reglamentaria de "Guardias a formar", (...) acudirán (...) con su documentación completa y el completo del armamento y correaje. Lo primero tiene por objeto que el Superior vea tienen toda su documentación y apreciar su instrucción; lo segundo con la más esmerada policía y disciplina, su presentación marcial con sus armas que debe agradar a todo aquel que tengal el menor átomo militar.

(...) No quiero ni un paseo, ni una distracción, ni un espectáculo, ni un café, estudiar y trabajar siempre, servicio y servicio, por la mañana, por la tarde y por la noche, de madrugada y a toda hora; no quiero vagos ni hombres inactivos en ningún momento. Estimaré y querré al buen soldado y al buen Guardia Civil, mas esta estimación no me hará flaquear de castigarle a la menor falta que cometa (...).

(...) El que quiera tener prestigio, ha de sufrir, el hombre de prestigio es respetado y admirado, el hombre sin prestigio es despreciable, y el prestigio sólo se adquiere por uno mismo".

Más información

• Documento original de la Comandancia de Valencia, año 1939

Confidencialba