Bruxelas fala português

Bélgica en general y Bruselas en particular lleva siendo durante décadas uno de los  destinos preferentes para la emigración portuguesa. Al igual que ocurre en París o Luxemburgo, algunos rincones de la capital europea tienen un marcado acento portugués.

Empedrado portugués en la Place Pessoa

Es una plaza diminuta situada junto a una de las mayores plazas de Bruselas, pero la Place Pessoa no parece achicarse al lado de la concurrida Place Flagey. Su suelo de calçada portuguesa fue colocado por pedreros - calçeteiros - venidos especialmente desde Lisboa. En su centro, un busto del poeta portugués nos recuerda que "a minha patria é a lingua portuguesa".

Fernando Pessoa también nos vigila desde lo alto en un gran mural en azulejo portugués del artista Julio Pomar en la estación de metro Botanique. Esta obra es un regalo del metro de Lisboa al de Bruselas.

Pero no hace falta irse muy lejos de la Place Pessoa para seguir matando saudades y de paso el hambre. Por citar uno de los varios restaurantes portugueses de la zona, Le roi du poulet  se encuentra justo detrás del edificio en forma de barco de la antigua Casa de la radio. Afortunadamente este Rey del pollo no pertenece a la misma rama dinástica que nuestra Fritísima Majestad, así que exentos de cualquier canon a la SGAE, podremos degustar un buen bacalhau, unos buenos grelhados o - ¿alguien lo dudaba? -  un excelente pollo.

Dicen que en la variedad está el gusto, así que si queremos alternar la cerveza belga con una Super Bock o una Sagres, podemos sentarnos en cualquiera de las terrazas de los cafés portugueses de la zona.

Ahora bien, si queremos acompañar nuestro café - Delta o Camelo - con unos buenos pasteles de nata, los de la pastelería García tienen poco o nada que envidiar a los mismísimos pastéis de Belém.

Otro de los epicentros de la comunidad portuguesa se encuenrta en el barrio de Saint-Gilles,  donde también se dan cita un buen número de cafés y restaurantes. Un paseo medianamente atento por el barrio nos hará descubrir nombres como Penafidelis, O Golfinho, O Castiço, O Algarve, Vila Pouca, O Forno... 

No solo de bacalhau vive el hombre, la cultura portuguesa también se hace presente en Bruselas. Numerosas asociaciones intentan preservar cultura, legua y tradiciones. Se encargan de ello el festival de la Lusofonia, numerosas fiestas portuguesas o artistas lusófonos como la fadista Mariza, la deliciosa Marisa Monte o Cesaria Evora (el próximo sábado 27) . Claro que si queremos combinar bacalhau y cultura - sabia elección -  nos podemos acercar al restaurante Terramar y cenar escuchando unos fados.

Podríamos continuar, pero vamos a acabar recordando que los portugueses llevan el fútbol muy en serio; en el alma dirían algunos. Por lo menos así parece asegurarlo el nombre de este club de Bruselas: "Sport Alma Benfica". Las celebraciones por el paso a la final de la selección portuguesa durante el Euro 2004 fueron sonadas.

Au revoir, e obrigado!