En cursiva se entiende la gente

Varias horas se necesitaría para desgranar los cinco minutos dedicados a votar las resoluciones del Debate sobre el Estado del Municipio. En cambio, las horas del mal llamado "debate" se pueden reducir a cinco palabras, de las que dos son repetidas. ¿Hablando se entiende la gente?

Debate es una palabra con muchas acepciones. Por ejemplo, según la Real Academia Española (RAE), puede significar controversia, en su sentido de discusión; pero también puede ser contienda, lucha o combate. Según el Diccionario Clave de S.M. –la editorial, no el rey–, se trata de un intercambio y enfrentamiento de ideas o de argumentos sobre un asunto. Y según los manuales del Instituto Municipal del Ayuntamiento, consiste en la sucesión de cuatro monólogos, leídos o escuchados, a lo largo de tres horas y media, a los que prosigue la -monocorde- votación de 27 resoluciones en poco más de cinco minutos.

En el Ayuntamiento de Albacete han decidido quitarse las máscaras. El ágora ha muerto. Las reglas de la antigua Grecia exigen la exposición de puntos de vista y la consideración de los mismos para, sobre las reflexiones tomar las mejores decisiones para el pueblo. Aquí, y ahora, ya no es así. La posición sobre cada una de las resoluciones en nada difiere al principio y al final del "debate". Algunas, de hecho, están votadas desde un año antes, o desde la legislatura pasada. Su definición -partidista- ideológica es tan sutil como una escena pornográfica. O como la educación diferenciada: los niños con los niños, las niñas con las niñas.

El pacto de gobernabilidad entre socialistas e Izquierda Unida no peligra, como bien se encargaron de dejar claro sus portavoces respectivos, Antonio Martínez y Rosario Gualda. Pero como en más de una ocasión ha remarcado esta última, ella no es la concejala número 14 del PSOE. Es miembro del equipo de Gobierno y, cuando toca, -vota contra- apoya con matices la acción del Ejecutivo local. Sabe que no le saldrá, pero por intentarlo que no quede. Por ejemplo, proponer una resolución contra la instalación del Programa de Liderazgo Táctico de la OTAN en Albacete.

Por momentos, tras los más de 200 -soporíferos- dialécticos minutos, la rapidez con la que se suceden los "en contra" y "a favor" introduce cierta emoción. ¿Y si uno de los portavoces está tan exhausto que dice por error lo que no le toca decir? No caerá esa breva. Los mismos socialistas que durante la campaña electoral de las europeas han sacado el kalashnikov verbal, regresan a sus cuarteles de invierno y por responsabilidad votan contra la resolución de IU. A los populares, que nunca se les escuchó un "bases fuera" ni por casualidad, no les queda otro remedio: también votan en contra. IU cero, resto del mundo uno.

Su santidad la OTAN

La "izquierda real" prueba entonces con un texto próximo al de la campaña enarbolada por los Pardos, los Juanfran y los Jáuregui en los últimos 15 días: "la actual situación de crisis económica es la expresión de un modelo neoliberal agotado, generador de pobreza y deterioro ambiental". Hasta ahí, quizá, se puede pasar. Pero intentan colarla de rondón en el cuarto párrafo: "además, Albacete ha querido ligar su crecimiento a la indusria armamentística, una industria subvencionada –al contrario de la industria civil–, que no genera más puestos de trabajo". Pues, aunque -no sólo- sea por eso, ni unos ni otros le compran el argumento. La resolución de desarrollo humano sostenible, a la papelera. IU cero, resto del mundo dos.

Está claro que su santidad la OTAN es intocable. Ya que hablamos de santidades, y que lo proclama el artículo 16.3 de la Constitución Española de 1978, la aconfesionalidad del Estado, ¿por qué no proponer la simbología religiosa exhibida al público en las dependencias municipales? La propuesta ya puede releerse las veces que se quiera, que el Tratado del Atlántico Norte no asoma la cabeza, ni siquiera cuando se habla de "convivencia en paz, evitando los posibles conflictos y dando ejemplo de neutralidad". Por si acaso, tampoco. Una concejala, Gualda, vota a favor. Las y los demás, en contra. Con la Iglesia hemos topado. IU cero, resto del mundo tres.

Pero, se recuerda, en las -infumables- infartantes horas de debate ha quedado claro que el pacto de gobernabilidad es "sólido" y "estable". En la siguiente tanda, la de las propuestas del PP, vendrá el consabido alineamiento en contra del equipo de Gobierno. Sin fisuras. Pero en el turno de lucimiento de la coalición izquierdista se permite algún que otro calentón de boca. Hasta que llega el turno de la propuesta de resolución para que Adif, el Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento dejen claro qué va a pasar con los trenes convencionales cuando el AVE llegue a Albacete, dicen que en 2010. El PP respalda el texto encantado de la vida –ha formado parte del discurso de su portavoz, Carmen Bayod–, y el PSOE se queda sólo. La Alta Velocidad y los acuerdos estables en la izquierda, por lo que se ve, son incompatibles.

Julio César

En el turno de los populares se espera un chasco tras otro, salvo para materias -light- de amplio calado, como felicitar a los trabajadores de la Corporación, donde la anuencia es total. Véase, al caso, la propuesta de "consignar en los presupuestos anuales un 2,5% más del mínimo legalmente establecido a la compra del suelo, como apuesta por el patrimonio público de suelo, ya que estos deben constituir el medio principal para el desarrollo del servicio público de intervención en el mercado de suelo y de la política de vivienda". Izquierda Unida, a favor; Partido Popular, que para algo la propone, a favor. Partido Socialista, a favor ¿no? Pues no, en contra. Quién quiere enemigos gastándose socios así. Ay, Julio César, qué te voy a contar que no sepas ya.

El resto de las propuestas del PP transcurren sin salirse del guión. Es el caso de la propuesta sobre modificación de ordenanzas fiscales, para disminuir los tipos impositivos e introducir bonificaciones fiscales. Con razón o sin ella, a cualquier viandante de la ciudadanía media le parecería fetén. Al -emprendedor - empresariado, eso le gusta, y lo que te rondaré morena. Pero Antonio Martínez ya se lo ha dicho durante el "debate" a los de la bancada de enfrente: "ya sabemos cómo se las gasta la derecha, elimina los servicios públicos". Que no se la van a dar con queso. Que está formado en harvar. Que no le pillan. Que no, e IU que tampoco. Y así, una tras otra.

Vodka sin alcohol

Por el contrario, la coalición gobernante pilló en paños menores a la oposición de centro-derecha con una propuesta de medidas municipales frente a la crisis. Medidas que no están demasiado -"medidas"- cuantificadas, por lo genéricas, pero sería suicida votar en su contra. Y poca fe demostraría votar a favor. Así que abstención e Bayod&Co. Y para que nadie viera fantasmas neoliberales, el PSOE tiró de ecologismo para vestir su propia propuesta de cambio del "modelo económico y social". Por coherencia, ya que nada decía el texto sobre "flexibilización del mercado laboral", los populares votaron en contra. Y Gualda, aunque supiera a vodka ruso sin alcohol, votó a favor.

Así son los debates albaceteños. Lugares para la imposición de ideas dialéctica, donde la crónica de cinco minutos puede llevar horas, y la crónica de varias horas se escribe en cinco minutos, o en cinco palabras: fuegos artificiales, muchos fuegos artificiales. Pirotecnia de salón para disimular si se cumple aquello de que "-en cursiva- hablando se entiende la gente".

Confidencialba