Algunos dicen que el fútbol nunca ha triunfado en EEUU porque los americanos no acaban de entender un deporte donde un enfrentamiento entre dos contendientes puede acabar en tablas. En su filosofía de vida y del espectáculo tiene que haber siempre necesariamente un ganador, y como consecuencia, siempre un vencido.
Reconozcámoslo: los americanos tontos no son, al menos la mayoría de ellos, pues de lo contrario difícilmente serían los dueños del mundo con apenas doscientos años de historia. Así que habrá que pensar que su modo de ver y entender las cosas no puede estar demasiado desencaminado. Ahora bien, ¿qué ocurriría si buscamos una analogía entre el soccer -que es como conocen ellos nuestro endiosado fútbol- con la política o más concretamente con los resultados de unas elecciones, sean autonómicas, generales o europeas?
Estaremos de acuerdo en que por más que se repite, no deja de sorprender la capacidad que tienen los políticos para encontrar la forma de querer ver, y lo que es peor, pretender hacer ver una victoria, o cuando menos un empate, donde en ocasiones, el más común de los ciudadanos no ve otra cosa más allá de una simple y clara derrota.
Este fin de semana millones de europeos han pasado por las urnas. En realidad, siendo realistas, han sido más los millones que han pasado de pasar por las urnas. El discurso europeísta y los sueños de una gran Europa capaz de doblegar el poder de los EEUU parece que han perdido toda credibilidad e interés. Porque nada tiene que ver la fuerza de la moneda única con la influencia real del viejo continente en la toma de decisiones que rigen el orden mundial. Y esto los ciudadanos de España, Italia, Portugal o el país europeo que queramos lo tienen muy claro.
Pero volvamos a las elecciones. Los resultados están ahí y nadie puede negar la evidencia, por más que los derrotados quisieran firmar unas tablas honrosas. Y si este discurso no cuela, entonces hablarán de "dulce derrota". Brillante estupidez. No existe derrota que sea dulce ni que engrandezca a quien la sufre. El número uno del mundo, Rafael Nadal, preguntado sobre este particular después de su derrota en octavos de final de Roland Garros fue rotundo: "las derrotas no engrandecen a nadie, si he perdido es porque la preparación no ha sido perfecta". Puro sentido común y de la autocrítica; quizás más de un político debería tomar nota a la hora de asumir su fracaso.
En España el PP ha ganado las elecciones, y el PSOE las ha perdido. Pero tanto uno como otro harían bien en no sacar conclusiones más allá de las razonables. Porque ni uno puede dormirse en los laureles, ni el otro puede buscar excusas donde no las hay. Europa está en crisis, y los europeos han votado bajo el peso de una situación económica como hacía tiempo que no se vivía. Pero curiosamente en los países con gobiernos conservadores estos partidos han salido reforzados, mientras que en aquellos donde mandan los socialdemócratas, éstos han sido castigados en las urnas. Parece que los europeos, los que han votado claro está, apuestan por políticas conservadoras -de derechas para entendernos- como pócima salvadora para curar este mal económico que amenaza el bienestar de todos.
Dejemos por tanto las equis para la quiniela, porque en las elecciones, las cruces son las que regalan las victorias, lo mismo que su falta, la que provoca las derrotas.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.