Una dieta vegetariana combate mejor el calentamiento global

Según el Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático, la ganadería ya supone el 18% de las emisiones de gases invernadero del mundo. Más de ¾ de la tierra cultivable del planeta se usa para alimentar el ganado.

El cambio climático supondrá la extinción de muchas especies

La dieta vegetariana es la mejor forma de luchar contra el calentamiento global, según Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC), y Nobel de la Paz 2007. Pachauri explicó que prescindir de la ingesta de carne durante un día a la semana es más amistoso con el planeta que dejar el coche aparcado durante los seis días restantes de la semana.

En 2006, la FAO presentó "La larga sombra del ganado", un estudio sobre las consecuencias de la ganadería en el cambio climático, en relación a las emisiones, y amenazas derivadas como la deforestación, degradación del suelo o producción de alimentos.

Desde Libera! presentarán, en breve, en la comunidad gallega, el informe "La industria ganadera y el clima: la UE empeora el malo", elaborado por el eurodiputado sueco Jens Holm y el experto en Ciencias Sociales Toivo Jokkala; basado en estudios e investigaciones del propio IPCC y la FAO, en el que se advierte de la deriva actual que sufre el planeta con motivo de la sobreexplotación ganadera.

La organización animalista también critica las subvenciones que reciben decenas de explotaciones ganaderas, por entender que nadie debería apoyar económicamente modelos de negocio que sean poco éticos con el planeta y con los animales.

Devorando los recursos

El informe alerta de la gran cantidad de recursos naturales que absorbe una de las industrias más subvencionadas de Europa. A Fao calculó que el coste hídrico de un kilogramo de carne vacuno se aproxima los 15.000 litros de agua, mientras que un cereal como el maíz sólo necesita 450. Una industria que emite más gases invernadero que los hogares, algunos muy nocivos como el metano, dos decenas de veces más contaminantes que el dióxido de carbono.

Ecotasa

Rubén Pérez, portavoz de Libera! en Galicia, explica "en otro contexto, la ganadería tendría que pagar un impuesto por contaminación, al igual que ya hace cada ciudadano cuando compra un vehículo, o cuando en el precio de los electrodomésticos se incluye un pequeño sobrecoste para financiar su reciclaje".

En el resto de Europa, países como Dinamarca o Estonia ya obligan al pagado de las ecotasas, impuestos medioambientales específicos para explotaciones ganaderas. O Reino Unido, también valora la imposición de este tipo de impuesto.

"No se entiende como Galicia, con unas emisiones de la ganadería que rondan el 20%, sólo se preocupen por las emisiones industriales y de los hogares, y habría que reflexionar sobre los contínuos mensajes de alarma que envían los organismos internacionales, ya no valen fotos, sino hechos".