Nos encantan las peleas. Debe de ir en nuestro ADN. De siempre. Del hombre con el toro, de veintidós tíos por un balón o entre vecinas. Pagamos incluso y las esperamos con expectación, que es como muchos estamos ahora de cara a la próxima réplica de Boyero en su combate con Almodóvar: el jueves que viene en su chat semanal en elpais.com. Nos viene de largo. Somos un país que inauguró el género hace cuatro siglos con Quevedo y Góngora lanzándose bilis. Así que mientras llega el estoque del crítico, aprovecho para repasar algunas de las últimas y más interesantes disputas entre intelectuales de alto rango.
En 1.996 se estrenó El último viaje de Robert Rylands, de Gracia Querejeta, producida por su padre Elías y basada en Todas las almas, de Javier Marías. Pagaría por haber visto la cara de éste en la proyección, decepción que se habría quedado en el ya frecuente berrinche de autor herido al que no supieron comprender sus adaptadores si no fuera porque éste se despachó bien con los dos Querejetas en un artículo llamado El novelista va al cine (texto que, por más que lo he intentado, no lo he encontrado en la red). Aparte de ponerlos bien a caldo, advertía que jamás volvería a vender los derechos de una de sus novelas, lo que no sé si tomarlo como una amenaza o una bendición por la imposibilidad de la contienda, y que hasta ahora ha mantenido. Padre e hija le respondieron en las páginas de El País con sendos artículos. A partir de aquí el escritor inició un contencioso legal que se saldó con una indemnización al novelista por incumplimiento de contrato y la retirada de su nombre en los títulos de crédito.
En el año 99 Arturo Pérez-Reverte dijo que Borges le parecía un snob (cosa que le secundo), "que en España es una de las variantes que asocio con la palabra gilipollas". Ya que el muerto no podía defenderse, lo hizo Francisco Umbral, quizá porque hay que escarbar y arañar de donde sea para llegar a la columna diaria. Le dedicó "una doble página de revista, aprovechando la coyuntura para hablar de su autor favorito, que es él mismo." Y esto último es también de Reverte, que contraatacó con otro artículo llamado Sobre Borges y sobre gilipollas.
Hubimos de esperar seis añitos casi para el siguiente lanzamiento de balón. Umbral debía seguir pasando la aspiradora por los rincones de su cabeza cada vez más anciana y con la premisa facilona de la publicación del Planeta, más entonces, 2.005, el año en que Marsé propuso que quedara desierto, se enzarpó con la ganadora de aquella convocatoria, María del Pau Janer, y aprovechó la estocada para decir que "es la novela sin estilo, pero el estilo es la impronta masculina por excelencia (esto no lo entiendo, opina Eduardo, no Umbral). Está incardinada en las últimas tendencias, que no sabemos si son buenas o malas, pero tampoco Pérez-Reverte tiene estilo y no se le critica por ello". El cartagenero evidentemente no se quedó callado, sino que se afiló los colmillos dedicándole otra página con una mensaje bastante claro: Umbral no vende los libros que yo. Lo mejor, el título: El muelle flojo de Umbral.
El pasado 24 de noviembre una de las abadesas de la progresía nacional, Almudena Grandes, en su columna de El País frivolizaba sobre la Madre Maravillas en manos de unos milicianos: "¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?" Al día siguiente, Antonio Muñoz Molina le respondió educada y mansamente en las páginas del mismo periódico que ya no estamos para chistes viejos y hay que mirar a la historia con otros ojos. La siguiente mañana descubríamos que la Grandes calificaba la respuesta de "furioso ataque" (!!!) ya que fundamentaba su columna en la sentencia de cabecera de la Madre ("Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta", !!!) y decía que Muñoz Molina "había aprovechado la ocasión para construir un discurso demagógico sobre la violencia" (!!!). De nuevo hubo contestación: concisa, certera y, sobre todo, una lección de clase: "Un lector me hace llegar amablemente una información que yo desconocía, y que me parece adecuado compartir con Almudena Grandes: la frase [...] no es de la madre Maravillas, ni se dirige a sus monjas. Es uno de los Avisos Espirituales de san Juan de la Cruz, y su destinatario, en femenino, es el alma." Y aquí acabó porque la doña fue sabia y, aunque ya un poco tarde, supo guardar silencio.
El caso Almodóvar Boyero, o Almodóvar - El País, me resulta, por un lado, tronchante por lo que hay de ego en ambas partes y, por otro, escalofriante al escuchar cómo Almodóvar reconoce sin pudor que llama al director del periódico de mayor tirada nacional porque lo critican. Definitivamente se le ha ido la cabeza, deducción para la que ya bastaba ver su última película. Si a su locura le sumamos el talante canallesco de Boyero, ésta se convierte en la pelea del año, la mejor de todas entre las que podamos elegir. Entretanto, a El País, que tiene una crisis tan bestial que anda regalando cine erótico, le están haciendo una maravillosa campaña de promoción gratis. Próxima cita: jueves a las 13 horas.
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Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
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