Unguernica. Llega a Madrid el icono revisado de Ray Smith.

Ray Smith: Unguernica. Galería Álvaro Alcázar. Calle Hermosilla, 58. MADRID. Curador: Omar-Pascual Castillo. Hasta el 30 de Mayo de 2009.

Unguernica, Ray Smith, Óleo sobre lienzo, 203,1x731,52 cm. Courtesy of Galería Álvaro Alcázar, Madrid.

Después de haber presentado en España, entre 2006 y 2007, una retrospectiva itinerante con etapas en Barcelona, Granada e Islas Canarias, el artista tejano-mexicano Ray Smith Yturria (Brownswille, Texas, 1959) llega a Madrid con una exposición personal en la galería Álvaro Alcázar.

Las obras propuestas en esta ocasión homenajean explícitamente dos de las referencias más significativas de la trayectoria artística de Smith: Pablo Picasso y Salvador Dalí. Se trata de dos series de pinturas concebidas y realizadas desde una perspectiva “revisionista” de la historia del arte y de los tópicos del imaginario colectivo. De hecho, si en la serie Unguernica Smith reinterpreta y “actualiza” la obra quizás más célebre del pintor andaluz, revitalizando al mismo tiempo la tradición muralista mexicana, en los cincuenta “relojes-retratos” que componen L’Orologista él evoca la lección surrealista de Dalí y pone en duda nuestra noción convencional de “tiempo”.

Unguernica es una relectura deconstructiva, casi apocalíptica, del cuadro original de Picasso, una “versión” personal de la obra, llevada a cabo en el contexto contemporáneo de nuestros días. A través de este monumental ejemplo de “apropiacionismo” iconográfico, Ray Smith plantea, en este sentido, un discurso pictórico polémico con respecto a la violencia absurda e incomprensible de nuestros tiempos y, al mismo tiempo, expresa su inagotable esperanza por un futuro mejor. La labor más reciente de Smith está profundamente influenciada por los barbaros acontecimientos del 11-S en New York y por sus irracionales consecuencias a nivel mundial. Como escribe en el catálogo de la muestra el curador Omar-Pascual Castillo, de hecho, la pintura es para Smith el único lugar en el que “todavía la esperanza anida”.

Por otro lado, en L’Orologista Smith retoma el enseñamiento de Dali y propone cuadros circulares de colores vivos, que a veces recuerdan a la brillantez del spray art callejero. En ocasiones, las obras tienden a relacionarse con el espacio circunstante, adquiriendo formas volumétricas “expandidas”. En estos lienzos, Smith se apropia de elementos del imaginario contemporáneo. Sin embargo, se trata de algo que no tiene nada que ver ni con las referencias estéticas ni con el elevado contenido simbólico y moral de Guernica. Se trata, esto es, de la re-contextualización, dentro del espacio artístico del cuadro, de modelos y marcas “icónicas” de relojes de lujo (como Rolex, Damiani, Bulgari etc.) a fin de reflejar la personalidad de sus dueños. En este sentido, L’Orologista estructura un discurso dialéctico más irónico y ligero que el de Unguernica. Sin embargo, sigue poniéndonos delante de algunas contradicciones típicas de la sociedad occidental actual. En tiempos en los que prevalece un pensamiento híper-racional, que querría medirlo y cuantificarlo todo, estas obras nos sorprenden y divierten, pero, al mismo tiempo, nos hacen reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y adónde queremos ir.