Si es civismo, ¿por qué no parece democracia?

Después de cierto relax político vuelvo con los pequeños detalles de actividad ciudadana. Pequeños detalles, pequeños problemas, pequeños objetivos. Apenas seis o siete carteles me pasó Pilar en la charla de la resistencia iraquí. ¿Dónde se puede colgar en una ciudad como Barcelona unos pocos carteles sin ensuciar, sin molestar y cumpliendo las nuevas normativas de civismo que han ido surgiendo en los últimos años? ¿Cómo se hace eso en la ciudad democrática?

El cartelito con celo.

Pululo entre l’Hospitalet y Barcelona, conozco más la primera en estos temas, fue pionera en su normativa de civismo. Pionera por ser de las primeras, motivada por cierta limpieza y con un ligero aroma a vamos hacer algo con estos inmigrantes que no respetan nada. Uno de los aspectos que legislaba era en de la propaganda en la calle, no dejando encolar en paredes y en principio dejando espacio en tablones para el efecto. Se pueden poner con celo en espacios como bordes de las tiendas o cierto mobiliario. Y si eres el alcalde puedes llenar cualquier papel generado por el ayuntamiento con tu foto y unas palabras que no dicen nada y nadie lee, el mismo bando con la nueva normativa por ejemplo.

O si tienes dinero o poder te montas una campaña como quieras. Pagas para poner un anuncio de un periódico, o compras todo el periódico. O en los cartelones en el metro, si le va bien al gobierno vigente. O pones un famoso en esos estáticos urbanos de varios metros de lado por varios metros de alto con Nadal recomendándote que hacer con tu nómina, ¿alguna vez ha tenido nómina Nadal? O los chicos de la roja pidiendo que ahorres energía, ya que sus coches y sus casas seguro que son ejemplo de ecología y de lo que les eches.

Yo a lo mío, he ido pegando con celo uno en la puerta una bodega cerrada desde mucho tiempo antes de la crisis. Ahora justo seria el momento de reactivarla. En una pared sucia en la bajada de unas escaleras.

He pasado de poner en los grandes pirulís que hay para publicidad, porque tanto en un parte como otra de la Riera Blanca son directamente para empresas de publicidad y macrodiscotecas de chicas y chicos ligeros de ropa. Y eso que en l’Hospitalet eran para entidades, pero el ayuntamiento no vigilará eso, sí que tu pongas un cartel reivindicativo donde no toca.

Pero lo que de verdad me ha molestado, lo que he sentido como humillante a mí y a mi pequeño yo liberal ha sido al ir a colgar el cartel en la biblioteca. He pensado como el cartel es para presentar el jueves el libro “Iraq bajo ocupación; Destrucción de la identidad y la memoria” era un buen sitio, pasa gente con aprecio a los libros, es un sitio de paso, en un lugar público en un espacio del ayuntamiento. Mi yo liberal a la antigua es así, no piensen en otra cosa por favor.

La biblioteca Vapor Vell de Sants tiene 4 plantas, en el vestíbulo he preguntado si había algún sitio dónde pudiese colocar el cartel. Sí, debes subir a la tercera planta, sección de audios, allí te pondrán un sello en el cartel y allí mismo lo pones.

¿Es la sección de audios? Me han dicho que me ponéis un sello para colgar esta hoja. Sello puesto. Es por allí. Allí, allí, ¿A-L-L-Í?... puedes poner el cartel en una madera de varios metros de largo en un pasillo que va a parar a la sección infantil. Vamos que mi cartelito lo verán, niños, padres despistados, los que quieren dar clases particulares, alguien que busque pareja lingüística o algún otro ofertador de actividades.

Todo está lleno de carteles de actividades variadas desde el ayuntamiento para nosotros desde el vestíbulo hasta la cuarta planta. Pero entre nosotros es complicado, no hay espacio, o meramente testimonial, que no se diga que no hay participación aunque no sepas verla. Quizás deba ir con mi hoja a la exposición sobre el Plan de Actuación Municipal que ha organizado el gobierno local.

Sólo puedo recordar que cerca de la biblioteca, a finales de agosto, a una amiga no le gustó una pintada en el asfalto pidiendo espacios para las fiestas alternativas. Le parecía que ensuciaba, el asfalto se entiende, aunque no le molestó el anunció de Ron que nos vigilaba desde su inmensidad mural. Pagando San Pedro canta en su emisora e incluso pincha. Ni que en la estación de Sants, espacio público, no haya lugar donde expresarte gratis. Se debe referir a todo esto Paco Fernández Buey cuando habla de democracia demediada.

Todo el espacio para expresar ideas, es simplemente para que compres, no hay más. Por cierto:

Jueves 16 de abril, 19 horas
Librería la Central del Raval
C/ Elisabets 6

IRAQ BAJO OCUPACIÓN
Destrucción de la identidad y la memoria.

Intervienen: Eman Ahmed Khammas y Rosa Regás.
Presenta: Jaume Botey.

Organiza: www.aturemlaguerra.org y http://pasicatalunya.blogspot.com