Charles Manson, 40 años entre rejas

Varios son los presos que han pasado a la historia gracias a una extensa condena que marcaron con palotes de resignación en las paredes de su celda, mostrando además una longevidad pareja al castigo impuesto. Pese a que los motivos de su ingreso fueron variados, todos sufrieron en sus huesos décadas de aislamiento personal que contrastaba sin embargo con el gran apoyo popular del que gozaban en el exterior. Es el caso de Mandela (28 años de cárcel), Robert Stroud, el Hombre de Alcatraz (54 años), Rudolf Hess, el mítico y solitario preso de Spandau (40 años) y por último de Charles Manson, famoso asesino de Sharon Tate y fundador de La Familia, que aún hoy en día es el preso que más correspondencia recibe del mundo.

Charles Manson (rtve.es)

En noviembre pasado cumplió 74 añazos y sigue siendo el icono adorable de un sin fin de tarados con aspiraciones satánicas, normalmente perdidos adolescentes que lo idolatran inconscientemente e incluso quemarían su móvil de última generación por tenerlo de compañero de piso. De todos es conocida lo fundamental de su biografía, las ediciones de discos con su propio sello, Family Jams –estando en la cárcel, que tiene cojones-, o el famoso asesinato de la mujer de Polanski y cuatro invitados más de la fiesta en su casa de Beverly Hills, allá en agosto de 1969. Aunque evidentemente no tiene justificación, al controvertido director parece que le gustaba jugar con fuego, y es posible que su film Rosemary´s Baby, en España La semilla del diablo, sirviera para dar a conocer a nivel popular el movimiento satánico y sus fines, algo que por lo visto cabreó mucho a Manson. Cuenta la leyenda que el personaje que daba vida al demonio no era ni más ni menos que Antón La Vey, creador de la Iglesia de Satán y más conocido como el Papa Negro. Para rematar el cuadro, el edificio Dakota, lugar donde se rodó, sería posteriormente el mismo en el que viviría John Lennon hasta que le dieron matarile, en su misma puerta, por cierto. Según algunos, dicho edificio constituye una diabólica antena que capta las energías malignas que rulan por el universo.

El tiempo ha pasado, ha perdido pelo, y las arrugas curten su rostro, pero aún mantiene visible su esvástica tatuada un poco más arriba del entrecejo y esa inquietante mirada que acojona tanto.A lo largo de los años Manson ha solicitado su puesta en libertad, cosa que afortunadamente no ha sido aceptada por los tribunales californianos, que en su día eliminaron la pena de muerte por la de cadena perpetua. La siguiente solicitud podrá hacerla en el 2012 por lo visto. Hasta aquí, digamos que es algo que muchos ya conocen. La pregunta sería ¿Y si aquello hubiese ocurrido la España actual? ¿Cuánto tardaría Manson en salir al a calle? ¿10? ¿15 años?

Indudablemente, viendo el percal en el que se desarrolla la actualidad mediática, hubiera sido un suceso estrella que acapararía meses y meses de consumo de morbo y teorías mesiánicas a granel. Tenemos el claro y desgraciado ejemplo de Marta del Castillo, donde de nuevo los familiares se convierten en televisivos protagonistas, como antaño sucedió con Mari Luz, el niño de la katana, las niñas del Alcásser o los carpetovetónicos hermanos Izquierdo de la matanza de Puerto Hurraco.

Un circo de personajes que circulan por los platós, compadecidos por la audiencia, pero que a la larga no conseguirán nada más que el desaliento de contemplar a los asesinos de sus hijas, sobrinas o esposas disfrutando en pocos años de una libertad no merecida. Niñatos que se reirán en sus barbas dentro de nada tras caer en el olvido el suceso por el que dieron con sus huesos en la cárcel. Por lo menos los americanos, tan criticables en tantas cosas, son conscientes de lo que tienen entre rejas y no permitirán salir a un tarado que cuando ponga un pie en la calle hará de las suyas. Cosa por cierto, que si llega a ocurrir en España, ya estaría fuera de prisión desde hace años y seguramente por buena conducta.