Los Oscar Catalanes celebran su primera gran Gala

Las diez y escasos minutos de la noche de un lunes 19 de enero del 2009, son la hora y el día escogidos por la Academia de Cinema Català para celebrar la primera edición de los Premios Gaudí de cine. El lugar? uno de platós más grandes de la televisión autonómica, TV3.

Esta Academia, de recién creación, hay que decirlo, debuta con estos premios que nacen con la finalidad de dar más reconocimiento, prestigio, y difusión del cine catalán. Entendido éste, como todas aquellas películas realizadas por productoras catalanas y en las cuales el número mayoritario de trabajadores que elaboran la película sean también nacidos en Cataluña.

Con alfombra roja incluida, como en toda gala de premios de cine, desfilaron por ella los actores, actrices y otros profesionales del sector cinematográfico más glamurosos del panorama catalán: Eva Santolaria, Mercedes Sampietro, Joaquim Uristrell, Jaime Rosales, Vicenta N'Dongo,  Josep Maria Pou, Ivana Vaquero, Juanjo Puigcorbé, Roger Coma, Albert Espinosa, Silvia Munt, Montserrat Carulla y Laia Marull entre muchos otros.

La actriz Clara Segura fue la encargada de presentar la Gala, una Gala en la cual entre premio y premio se pudo ver las actuaciones artísticas de la compañía Sol Piqué y sus bailarinas moteras, la música de Cabo San Roque o el striptease y la melodía que hacían golpeandose en el cuerpo, la percusión corporal de los De Mortimers.

De las veinte categorías en que se distribuían los premios la película más galardonada fue El cant dels ocells, de Albert Serra, que se llevó los premios Gaudí a la mejor dirección, mejor película en lengua catalana y mejor fotografía para unos sorprendidos Neus Ollé y Jimmy Gimmferrer. Esta es una película underground, como sus creadores nombran, que se está convirtiendo en un verdadero film de culto en Francia.

La taquillera y comercial Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, empató también con tres premios, el premio Gaudí a la mejor actriz secundaria, para Penélope Cruz, mejor película en lengua no catalana y por último el premio a la mejor música original fue para Giulia y Los Teallarini, formación que como anécdota, por casualidad dejó su maqueta en un hotel donde se hospedaba Woody Allen, éste la recogió, la escuchó, le gustó, y les propuso hacer el tema central de la película, les salió bien la jugada.

Con dos galardones también empataron dos películas, Transsiberian, que estaba nominada en seis categorías y se llevó el premio a la mejor dirección artística para Alain Bainée, y Jaume Martí que recogió el premio al mejor montaje. El pallasso i el führer, de Eduard Cortés, película que se centra en la vida del conocido payaso Charly River, por su actuación delante del dictador Hitler, se llevó el premio a la mejor película de televisión, el premio al mejor actor secundario recayó en Pep Antón Muñoz, que emocionado recogió el guardón. Este actor ha regresado al cine precisamente con esta película, después de 25 años de ausencia.

Por otra parte, Forasters, la película del cineasta Ventura Pons, estaba nominada a 10 premios, de los que inesperadamente se llevó solamente uno, para Anna Lizaran, a la mejor protagonista femenina.

Una de las sorpresas de la noche fue el premio que se llevó Mercedes Sampietro al mejor documental, con Turismo, su primera producción como directora. Tampoco faltó la categoría a la mejor película de animación que la ganó Rovelló, un Nadal sense Noël, que competia con Donky Xote.

El documental Bucarest, la memòria perduda, de Albert Solé, consiguó el premio Gaudí a la mejor película Documental, un film que destaca por su sensibilidad y emotividad, una terapia personal, la historia de una familia, la vida de su padre enfermo de Alzeimer, como el mismo director contaba.

Siguiendo en la temática política, Azaña, consiguió el premio al mejor protagonista masculino, para Jordi Dauder, actor que con una trayectoria de más de 30 películas realizadas, no pudo asistir a la Gala y mandó a su amigo Antoni Verdaguer que leyó una carta de agradecimiento en su nombre.

Camino, de Javier Fesser, se llevó el Gaudí a la mejor película europea, curiosamente recogió el premio Jaume Roures, su productor, y productor de Vicky Cristina Barcelona, que entre las dos películas, subió al escenario a recoger premios en tres ocasiones.

La categoría al mejor guión fue para Xavi Puebla y Jesús Gil Vida, guionistas de Bienvenido a Farewell Gutmann.

El thriller de terror Eskalofrío, se llevó uno de los dos premios a los que estaba nominado, y fueron Josep Ma Aragonés y Arturo Balseiro los encargados de recoger el Gaudí a los mejores efectos especiales.

Joel Joan y Juvé, presidente de la Academia de cine català, acompañado de Montse Ribé y Parellada, ganadora de un Óscar al mejor maquillaje con El laberinto del fauno, creadora de la estatuilla de los premios Gaudí y también, vicepresidenta de la Academia, subieron al escenario para dar las gracias a los presentes y sobre todo, en su discurso se respiraba la motivación y pasión por el proyecto recién nacido, animaron a todos los profesionales involucrados en el mundo del cine y los productos audiovisuales en general, a unirse a la Academia y conseguir, uniendo esfuerzos, que la industria catalana pueda llegar a ser pionera en Europa.

Por último, el director barcelonés Jaime Camino recibió el premio al Gaudí de Honor. Finalmente, el payaso Monti y La Coral Sant Jordi, cerraron la Gala con su actuación, caracterizada por la nariz de payaso que todos los miembros llevaban en la nariz.

Terminada la Gala, Cristina Puig, una de las presentadoras del programa de tarde El Club, dio dos premios más escogidos por los espectadores del programa, estos dos premios extras se los llevaron Vivky Cristina Barcelna y Forasters.

En resumen, fue una gala sencilla, elegante pero discreta y sobre todo con mucha ilusión, dos horas de emoción y esperanza que esperemos que haga historia, mejore y pueda repetirse durante muchos años más.