Dos ediciones y un día

El único programa español que se ha hecho con un premio Emmy, 'El coro de la cárcel', se despidió este lunes con su segunda edición. ¿Por qué es tan digno este 'docureality'?

Purpurina murió este sábado a causa del SIDA.

'Por el pasado llorarás' titulaba Chester Himes una de sus grandes novelas, autobiográfica, que relataba las desventuras de un preso. "Por el pasado cantarás", debieron de pensar los productores de 3 Koma antes de crear el prestigioso formato español: 'El coro de la cárcel'.

Este lunes terminó la segunda edición de 'El coro...' y con ella, el "reality" más digno de la televisión actual. El único programa español que se ha hecho con un Emmy en la historia de estos premios ha amenizado las noches de los lunes en TVE, sin hacer demasiado ruido (sus audiencias, aceptables pero no para tirar cohetes) ni creando nuevos ídolos musicales.

La grandeza del coro, amén de la parte musical del programa, reside en acercar la realidad penitenciaria al espectador a través de un cuidado casting: cinco hombres y cinco mujeres que contaban su realidad -pasada, presente y futura- en cada programa y, la mayoría de las veces, eran tan auténticamente humanas que ponían los pelos de punta.

Este docureality ha despedido su segunda edición con una baja. Purpurina, uno de los integrantes más queridos del grupo, murió este sábado a causa del sida. Además, en esta edición, más violenta que la primera, pudimos ver dos expulsiones. Gabarri, un gitano que se enfrentó al profesor, y Gema, una joven que fue sancionada por la dirección y de la que nunca más se supo.

La 1 de TVE emitió este lunes el último episodio de esta serie de programas en el que los integrantes del coro dieron un concierto para todos los presos de la cárcel de Mansilla en León. Y vimos cómo Xavi, el profesor de esta edición, se despedía de sus chicos. Un final emotivo, tierno y como siempre muy humano. ¡Enhorabuena a TVE por demostrar que una cadena pública aún puede cumplir su servicio sin renunciar a la audiencia!