La liquidez de Pepiño

Leo ¿Sorprendido? las noticias sobre las declaraciones de Jose Blanco en Telecinco.

Me quedo con la parte en que asegura no estar "regalando dinero a los Bancos", sino liquidez. Muchos españoles se preguntarán cuál es la diferencia, y si no podría el inefable don José darles a ellos también un poco de esa "liquidez". Si a los ricos riquísimos les viene bien, es de esperar que produzca en los necesitados un efecto todavía más placentero.

De paso, se cumpliría con el pisoteado principio de igualdad, que hace merecedores del mismo trato a todos los ciudadanos. Ya se sabe desde los tiempos de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Porque, puestos a exhibir ideales republicanos, no se nos olvide que son estos tres. ¿O es que el republicanismo solo consiste en denostar a la Monarquía?

Argumentará el ínclito inefable con una lista interminable de beneficios derivados de salvar el sistema financiero. En su manera actual de comportarse, ya se ha demostrado que puede ser tan dañino como el funesto sistema comunista. Solo hay que dar un poco de tiempo a los cortoplacistas del capitalismo. Ya se ha destapado la técnica de venta hipotecas impagables sobre inmuebles al borde del colapso estructural, así que no vale la pena abundar en el tema.

Los ciudadanos podríamos aceptar el pulpo de la inyección de nuestro dinero en el sector financiero si se establecieran mecanismos de control sobre el uso y destino del dinero de todos en ese ámbito. Pero todos tenemos la sensación de que los bancos no van a dejarse controlar ni los funcionarios públicos van a elevar sus niveles de adrenalina para asumir esta ingente tarea.

Finalmente, me permito indicar al ofendido protagonista de estas líneas, don José, que lo de llamarle Pepiño no es ofensivo, sino cariñoso. Tácheme de bienpensante quien lo desee pero, a cambio, que haga constar mi aportación al esfuerzo por erradicar el odio de la vida político social española.

A ver si lo logramos.