Aterriza como puedas... ¿en Barajas?

La BBC despide a un comentarista deportivo que bromeó con la tragedia de Barajas. ¿Podemos permitirnos hacer humor sobre cualquier cosa?

Fotograma de 'Aterriza como puedas'

No habían pasado ni 24 horas de lo sucedido en Barajas cuando al hablar por teléfono con un ser querido (por respeto, mantendré su nombre en secreto) me dijo: "Tío, yo ya no podré coger un avión para ir a Las Palmas". "¿Por qué?" le pregunté yo, que le conozco bien. "Porque... las palmas", me contestó entre risas.

Me quedé de piedra, y no sólo por la crueldad del mal chiste, sino por la inmediata rapidez con la que el ser humano es capaz de banalizar las cosas serias.

Hoy leo que la BBC ha despedido a un comentarista deportivo después de que hiciese un desafortunado comentario sobre la tragedia española.

Chris Price, de Radio Manchester, estaba retransmitiendo un partido en directo entre el Bradford y el Rochdale, cuando afirmó que "la defensa del Bradford tiene más huecos que un avión español". Oyentes furiosos llamaron a la BBC, que se vio forzada a pedir disculpas y le acabó despidiendo.

La televisión, aunque algunos profesionales como Mercedes Milá se empeñen en convencernos de que es más pura cuanto más constate la realidad, no debe ser un reflejo total de la calle, porque la calle muchas veces es atroz, soez, irrespetuosa y todavía más cruel que Chris Price.

Chistes crueles sobre Ortega Lara, Irene Villa o la tragedia de Biescas estuvieron de moda entre nosotros y aún hoy, pasado el tiempo, el boca a oreja los sigue transmitiendo. Sin embargo, la antropología de lo urbano, a pesar de estar obligada a indagar en estos fenómenos, no se encarga de recogerlos.

Decía un personaje de Woody Allen en la película Delitos y faltas que el humor es “tragedia + tiempo”. Quería decir que cuando sucede algo dramático no se pueden hacer chistes, pero cuando pasa el suficiente tiempo sí.

Los americanos son expertos en esto: Sobre las Torres Gemelas no se podían hacer chistes el "12-S", pero un par de años después ya tenemos películas de serie B, tipo Aterriza como puedas, mofándose del asunto. ¿Imaginan un Aterriza como puedas... en Barajas con Pajares y Esteso?

En el "humor" algunas sociedades son más permisivas que otras y la inglesa es de las más crueles. El otro día descubrí atónito la segunda película de Mister Bean (Mr. Bean's Holiday) y, aunque conocía a este personaje, nunca había estudiado la naturaleza de este individuo detenidamente. Tras hacerlo, creo que reírse de este personaje es de una bajeza humana considerable. El personaje de Bean, al menos en esta película, es un retrasado mental, un oligofrénico del que durante todo el film sus partenaires se ríen y se aprovechan cruelmente de él.

Aunque el personaje "Bean" haya adquirido el matiz de "Charlot del siglo XXI", y nos lo vendan con un “fíjate en que líos se mete por lo torpe que es" no está enfocado como un payaso al que le pasan calamidades, sino como un subnormal que no da más de sí. Debo ser muy corto o muy trágico, pero sigo sin entender el humor a costa de personas con deficiencias físicas o mentales.

En España también tenemos ejemplos crueles sobre esto: algunos humoristas, sirva como ejemplo el “siempre vanguardista” Arévalo, han hecho carrera a base de ensañarse con "mariquitas", "tartajas" o "gangosos". Aunque este tipo de humor, rancio y clasista, nos pilla ya muy de lejos, nunca esta demás recordar que lo distinto a lo común también merece un respeto.

El rey de los monólogos más ácidos, Buenafuente, siempre ha dicho que humor se puede hacer sobre cualquier cosa que haya inventado el hombre (Dios, Monarquía, gobierno...), excepto sobre las tragedias, que, evidentemente, caen sobre el ser humano sin que éste pueda hacer nada por evitarlo. Incluimos aquí -entiendo- enfermedades, accidentes, secuestros y otras desgracias humanas.

Ya que está claro que, irremediablemente y por nuestra naturaleza o por nuestra poca cabeza, seguiremos escuchando chistes crueles, aunque formen parte del ámbito privado, la pregunta es si como sociedad debemos o no consentirlo.

Aunque el debate está abierto, y algunos podrán encontrar excesiva la reacción de la BBC contra el “chisposo” comentarista, creo que la cadena ha actuado eficazmente, sin miramientos. Me parece una respuesta acertada, ya que hasta ahora parecía que por televisión se podía decir cualquier cosa. Y no todo vale.

¿Os parece desmesurada la reacción de la BBC?