Juegos Olímpicos y política, viejos conocidos

Mucho se ha hablado de política durante los días previos al inicio de los Juegos Olímpicos. La  ausencia de democracia en el país asiático, su sistemática violación de los derechos humanos, la delicada situación del Tibet o la actuación de China en el conflicto de Darfur –motivo por el cual abandonó Spielberg su participación en la ceremonia de apertura-  propiciaron que se alzaran voces en contra de la disputa de la competición en la capital asiática. Incluso algunos gobernantes occidentales anunciaron su ausencia de Pekín durante los Juegos en señal de protesta, aunque finalmente se retractaran. Con la competición en curso, otro nuevo hecho ha venido a empañar la disputa de los Juegos. El conflicto de Osetia del Sur rompe la frágil Tregua Olímpica. A pesar de que la postura oficial del COI ha sido siempre deslindar el deporte de la política, no es la primera vez que la ésta, de una u otra manera, se inmiscuye en la competición olímpica.

Black power en México 68

Berlín 1936

La concesión por parte del COI de los Juegos de 1936 a Berlín se produjo en 1931, un par de años antes del ascenso al poder de Adolf Hitler. Puesto que para la fecha de celebración de los Juegos, Hitler ya había emprendido su campaña antisemita, muchos países se plantearon el boicot, aunque fue finalmente España el único país en llevarlo a cabo.

Los Juegos se convirtieron en un inestimable aparato de propaganda para el Tercer Reich. Durante su celebración se suprimieron las actividades contra los judíos para mostrar una cara amable al mundo, e incluso se incluyó a una mujer judía en el equipo olímpico alemán. Las paradojas del destino hicieron que el gran vencedor de aquella competición, con cuatro medallas de oro, fuese el atleta de raza negra Jesse Owens, al que, cuenta la leyenda, Hitler se negó a saludar.

México 1968

Los atletas norteamericanos de raza negra Tommy Smith y John Carlos, oro y bronce respectivamente en los 200 metros, escucharon el himno estadounidense en el podio con el puño enguantado en negro en alto. Era su forma de protestar contra la segregación racial existente en su país. Expulsados por el COI de la Villa Olímpica, fueron repudiados y tratados de antipatriotas a la vuelta a su país, pero su gesto, cuya foto dio la vuelta al mundo, pudo ser más influyente en la conciencia colectiva que miles de discursos. Los Juegos de México quedarían para la historia como los del black power.

Munich 1972

El eterno conflicto de Oriente Medio salpicó de sangre los Juegos de Munich. Un grupo de activistas de la organización terrorista palestina ‘Septiembre negro’ se coló en la villa olímpica y secuestró a once miembros de la delegación israelí. El grupo exigía la liberación de 234 presos palestinos encarcelados en Israel. La negativa de Israel a ceder al chantaje y el posterior fallido intento de rescate por parte de las Fuerzas de Seguridad alemanas dio como resultado la muerte de todos los rehenes, un policía y cinco de los ocho terroristas. El COI decidió suspender la competición sólo durante un día. Aquel 5 de septiembre queda para la historia, sin duda, como el día más negro del Olimpismo.

Montreal 1976

24 países africanos boicotearon la cita olímpica por la negativa del COI a excluir a Nueva Zelanda, cuyo equipo de rugby había participado en un torneo en Sudáfrica, a pesar de la política de sanciones impuestas por la comunidad internacional al país sudafricano a consecuencia del apartheid.

Moscú 1980

La Guerra Fría irrumpe en el Olimpismo. La invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979 ocasionó el boicot de Estados Unidos a la cita rusa. Unos 50 países, tradicionales aliados de los norteamericanos, se sumaron al boicot, y algunos, como Reino Unido, Australia o España, permitieron a sus atletas acudir compitiendo bajo la bandera olímpica.

Los Ángeles 1984

El bloque del este en pleno –salvo Rumanía- devolvió el boicot. Catorce países, entre ellos potencias deportivas como la Unión Soviética, Bulgaria o la RDA, decidieron no acudir a Los Ángeles en respuesta a la actitud norteamericana cuatro años antes. Como resultado, los Juegos de Los Ángeles, como los de Moscú, quedaron descafeinados.

Barcelona 1992

Yugoslavia, inmersa en el conflicto de los Balcanes, fue excluida por el COI de las pruebas por equipos. A los participantes en pruebas individuales se les permitió competir bajo bandera olímpica como Participantes Olímpicos Independientes