El hombre bombilla se apagó

"Su cara se escurría como chocolate caliente, el hombre bombilla se apagó. Sus manos quedaron como rastrillos de juguete, el hombre bombilla se apagó. Guardó todas sus cosas en una caja blindada, el hombre bombilla se apagó. Uno a uno sus cabellos se electrocutaban, el hombre bombilla se apagó." El Niño Gusano: El hombre bombilla (Circo luso, 1995)

El Niño Gusano: psicodelia maña

La madrugada del martes al miércoles, el corazón de Sergio Algora se apagó. El que fuera genial cantante de El Niño Gusano y protagonista fundamental en los últimos quince años en la música pop de este país, sufría desde hace tiempo problemas cardíacos. Durante los años 90 con los míticos El Niño Gusano y posteriormente con Muy Poca Gente y La Costa Brava contribuyó con sus letras y su voz a elevar el nivel del panorama musical nacional, aunque él  no se considerara músico ni cantante. El pop español ha perdido a uno de sus referentes.

Todo empezó a mediados de los 90. La España musical vivía la efervescencia indie. Eran años de camisetas a rayas, guitarras distorsionadas y letras cantadas en un a menudo ininteligible inglés. Recuerdo escuchar en Radio 3 a un grupo español que hacía algo diferente. Cantaban en castellano en lugar de hacerlo en inglés. Se alejaban del ruidismo y la distorsión para hacer un pop cercano a la psicodelia. Si las influencias de otros compañeros de generación eran evidentes, las de El Niño Gusano no estaban tan claras. Quizá los primeros Pink Floyd o sus coetáneos galeses Gorky’s Zygotic Mynci, antes de explotar su vena más folkie. Formaron parte de la generación indie, pero ellos iban por libre.

Sergio Algora, Sergio Vinadé, Mario Quesada, Paco Lahiguera y Andrés Perruca eran cinco amigos residentes en Zaragoza y con una afición común por el pop. Pedro Vizcaíno era otro zaragozano, amigo de Algora, con similares aficiones, que decidió crear un sello discográfico para que todo el mundo conociera a El Niño Gusano. La discográfica se llamó Grabaciones en el Mar y fue la casa del grupo durante sus primeros tiempos. Tras una primera exitosa maqueta y dos prometedores EPs –'Palencia EP' y 'Bernadutz EP'-, que contenían ya unas cuantas joyas, la banda debutó de largo con 'Circo Luso' en 1995. En este primer trabajo, El Niño Gusano mostraba sus señas de identidad: pop con tintes esquizoides y letras surrealistas y alucinadas preñadas de indescifrables metáforas cortesía de Algora. Junto a su primer hit, 'La mujer portuguesa', destacaban canciones como 'El hombre bombilla', 'Pumuky' o 'Moreno Campeón'.

Un año después vendría 'El Efecto Lupa'. El segundo LP  ahondaba en las constantes del grupo pero multiplicaba la genialidad. 'Pelícano', 'Mr Camping', 'Pon tu mente al sol', 'Conde-Duque', 'Mme. Dos Rombos' o 'Vicente del Bosque' forman parte de lo mejor facturado por los maños. El disco, grabado a medias por Grabaciones en el Mar y RCA, se beneficia de un sonido más pulido. En 1998 los Gusanos editan su tercer trabajo largo. ‘El escarabajo más grande de Europa’, grabado ya para RCA, es para muchos de sus fans –entre los que me cuento- su mejor disco. La banda da una nueva vuelta de tuerca a su sonido explotando las virtudes de los discos anteriores. La alegría y vitalidad de los álbumes precedentes se aparta un poco, abriendo una rendija por la que se cuela un poso de tristeza y melancolía. Un año después, El Niño Gusano anuncia su separación. “El Niño Gusano se disuelve, se separa, desaparece sin necesidad de trucos mágicos”, rezaba la nota de prensa. Si algo dejan claro composiciones como 'Ángel Guardia', 'Duerme', 'Lourdes' o 'Soy ruso, señor' es que la fórmula no estaba en absoluto agotada. El talento permanecía intacto, pero el cansancio, la incomprensión de los que no los tomaban como un grupo serio y la falta de atención mediática y popular les hizo tirar la toalla en la cumbre.

Ninguneados por el gran público, El Niño Gusano siempre tuvieron un reducto de fans fieles y fueron admirados por sus compañeros de profesión. Nacho Vegas, Los Planetas, Nosoträsh o Pauline en la Playa, por poner algunos ejemplos, han reconocido siempre su devoción por los maños. Las hermanas Álvarez (Undershakers y Pauline en la Playa) reconocen incluso la influencia de los Gusanos a la hora de perder el miedo a cantar en castellano. Dos años después de la separación de la banda, se publicó un recopilatorio con material no incluido en sus tres discos de  estudio, donde había caras B, rarezas y unas cuantas versiones que mostraban su eclecticismo: Mecano, Joy Division, Formula V, Beatles y Frank Zappa. Canciones muy diferentes adaptadas impecablemente al mundo gusano. En 2004 la plana mayor del indie nacional rindió homenaje a El Niño Gusano con el LP 'Pana, pijama,lana', donde 33 bandas hacían versiones de los zaragozanos. Artistas tan dispares como Bunbury, Sidonie, La Habitación Roja o El Columpio asesino participaron en el proyecto.

Tras la separación de El Niño Gusano, Sergio Algora se centró en sus proyectos literarios. Compartía sus relatos y poesías en su blog en ClubCultura y escribió varios libros de géneros dispares: teatro, poesía, narrativa. En 2000 formó, junto con varios integrantes de los también zaragozanos Pulmón, Muy Poca Gente, efímero proyecto con sólo un EP y un LP, que no tuvo demasiada repercusión. Sin embargo con su siguiente banda sí volvería a gozar de cierto éxito. Un día, Fran Fernández, cantante de Australian Blonde, le mostró a Sergio unas composiciones que tenía para un proyecto personal. Las canciones de Fran estaban muy alejadas del sonido de Australian Blonde. Eran sencillas piezas de pop acústico cantadas en castellano. A Sergio le encantaron. Fue el nacimiento de La Costa Brava.

En dos años La Costa Brava editaron cuatro discos: 'Déjese querer por una loca' (2003), 'Los días más largos' (2003), 'Se hacen los interesantes' (2004) y 'Llamadas perdidas' (2004). Un torrente creativo de Fran y Sergio, que se alternan en las composiciones y al micrófono, logrando dar una sorprendente homogeneidad el conjunto. El ritmo después se ralentizaría con la edición del EP estirado 'Costabravismo' (2005). Mientras Fran se dedicaba a su proyecto personal, Francisco Nixon, Algora continuaba con su labor literaria. El año pasado, La Costa Brava editó 'Velocidad de Crucero', posiblemente su mejor disco junto a 'Llamadas perdidas'.

Sergio Algora ya no está. Se ha ido un genio. Nos quedan sus discos, sus relatos y sus poesías. El rey ha muerto. Es el más triste final de un cuento.

DISCOGRAFÍA

El Niño Gusano

• Circo luso (1995)
• El efecto Lupa (1996)
• El escarabajo más grande de Europa (1998)

Muy Poca Gente

• En flor (2001)

La Costa Brava

• Déjese querer por una loca (2003)
• Los días más largos (2003)
• Se hacen los interesantes (2004)
• Llamadas perdidas (2004)
• Costabravismo (2005)
• Velocidad de crucero (2007)