Francia: problemas y soluciones

Ha llegado el día de la verdad para Francia. La finalista del pasado Mundial se juega en noventa minutos su futuro en la presente Eurocopa. Como rival, el peor posible: una Italia también necesitada de la victoria. Los galos deben derrotar a los transalpinos y confiar en la honradez y el acierto de Holanda frente a Rumanía.

Domenech medita nuestros consejos

La actuación de la selección francesa en el campeonato está siendo lamentable. Un triste empate sin goles frente a Rumanía y una goleada infligida por los holandeses son el pobre bagaje del cuadro galo. El juego del equipo no levanta cabeza y flojea en todas las líneas. Raymond Domenech no parece encontrar las soluciones para mejorar el rendimiento de sus hombres. Por eso, y porque no le tenemos miedo a los franceses en cuartos y queremos tomarnos la revancha del pasado Mundial, analizamos los problemas de la selección francesa y proponemos, en la medida de lo posible, soluciones.

• La defensa tiene muchos años y muchos partidos en sus piernas. La zaga que jugó en la primera jornada contra Rumanía sumaba 125 años: Thuram (36), Sagnol (31), Gallas (30) y Abidal (28). Contra Holanda la entrada de Evra (27) rebajó un año la edad total. Thuram y Sagnol, además de su edad, no han tenido una buena temporada en sus clubes, donde han tenido pocas opciones de jugar. La actuación del central barcelonista contra Holanda fue bastante pobre, mostrándose impotente ante la movilidad de los atacantes holandeses. Con el central de la Roma Mexes en casa por decisión de Domenech, la entrada de Abidal en el centro de la zaga y de Diarra en la derecha podría ser la solución para darle frescura a la retaguardia. Tampoco Coupet (35 años) ofrece demasiadas garantías, pero cambiar de portero se antoja demasiado arriesgado, y tampoco los inexpertos suplentes son para tirar cohetes.

• Falta talento en el medio campo. No hay nadie que surta de balones a los Ribery, Malouda o Henry. Ni Makelele ni Toulalan cumplen esa función. La presencia de Vieira mejoraría algo la salida de balón, pero parece que tampoco va a estar disponible para este partido (Flamini mientras, viendo la Eurocopa por televisión). En cualquier caso, es necesaria la presencia de Nasri, bien en el doble pivote junto a Makelele sustituyendo al hasta ahora intrascendente Toulalan –opción más arriesgada y harto improbable con Domenech en el banco-, bien en la mediapunta, con libertad para bajar a crear y desplazando a Ribery a banda. La presencia del volante del Olympique de Marsella daría al equipo la creatividad que precisa en la creación de juego. Es el llamado a cumplir, salvando las distancias, la labor de Zidane.

• Un sólo gol ha sido capaz de marcar Francia en los dos partidos disputados. Henry, por su jerarquía, parece indiscutible para Domenech en la punta de ataque, pero sorprende que Benzema, la nueva sensación del fútbol europeo, a pesar de su decepcionante primer partido, no tenga una segunda oportunidad. ¿Por qué no podrían jugar los dos juntos? Tampoco parece una locura jugar con dos delanteros en un partido en que sólo vale la victoria. Y en caso de jugar con uno sólo, la elección debería ser el delantero del Lyon, que ha realizado una temporada formidable, mientras Henry, que ha sido un jugador fuera de serie, se encuentra en el declive de su carrera como atestigua su mediocre campaña con el Barça.

Resumiendo: rejuvenecer la defensa, Nasri en la medular para crear juego y Benzema en la delantera. La vieja guardia debe ir dando paso ya a las jóvenes estrellas francesas. El juego debe crecer alrededor de Nasri y Ribery. El triángulo Nasri - Ribery – Benzema dará a Francia el pase a cuartos. Haznos caso, Domenech.