Los penaltis pueden decidir el Turquia - Chequia

Mientras Portugal y Suiza disputan un intrascendente partido en Basilea, turcos y checos se jugarán en Ginebra la plaza vacante en el grupo A para cuartos de final. Los dos equipos llegan al partido con empate total en la clasificación: 3 puntos, 2 goles a favor y 3 en contra. Como consecuencia de esta igualdad, en caso de terminar el encuentro de esta noche en empate, se decidirá la clasificación desde el punto de penalti.

Peter Ceh y Volkan Demirel (fotos: chealsefc.com/AFP)

En este grupo las cuentas son fáciles. Portugal está ya clasificada. En el partido entre turcos y checos, quien gane pasa de fase. Si empatan, tanda de penaltis sin prórroga previa. Esta es la nueva norma instaurada por la UEFA para este campeonato en caso de que dos equipos terminen la primera fase empatados a puntos y goles. Ambas escuadras esperan resolver antes de que se dé tal circunstancia, pero, por si acaso, han estado ensayando lanzamientos desde los once metros.

La República Checa confía, en caso de llegar a los penaltis, en su guardameta. Peter Cech está considerado uno de los mejores porteros del mundo. No obstante, la última experiencia de este tipo del portero checo -la tanda de penaltis contra el Manchester en la final de Champions- no dejó buen recuerdo a Cech. Al contrario que su colega turco, Volkan Demirel. Los aficionados sevillistas recuerdan a buen seguro el nombre del portero que acabó con las esperanzas del Sevilla en la Liga de Campeones con una gran actuación en la tanda desde el punto fatídico.

La selección checa, semifinalista hace cuatro años en Portugal, dista mucho de ser aquel equipo de fútbol alegre y vistoso. Sin la calidad en el centro del campo de Nedved, Rosicky o Poborsky, Bruckner confía en su férrea y experimentada defensa y en los balones que cazen sus dos delanteros, Koller y Baros. Veremos por cual de los dos se decide el seleccionador checo. Si juega Koller, como hizo ante Suiza, el juego se basará en balones largos que el gigante checo tratará de bajar. Si juega el irregular Baros, como ante Portugal, el equipo buscará más el juego combinativo a ras de suelo. También podrían jugar ambos, con lo cual el equipo podría mezclar el juego y ser más peligroso. La alineación nos dará, por tanto, la primera pista de las intenciones de Bruckner.

Turquía llega al encuentro tras perder con Portugal y ganar inmerecidamente a Suiza en el último suspiro. Los turcos, como los checos, están más cómodos sin el balón y buscando la contra a la mínima oportunidad. Debe ser un partido donde brille Nihat, la estrella del equipo, que hasta ahora apenas ha dejado algunos detalles. El cuadro otomano no podrá contar con Emre y Tümer, lesionados.

Se presume un partido más táctico que técnico, con más emoción que juego. Los dos equipos prefieren esperar atrás e intentar encontrar los huecos a la contra que llevar el mando del partido. Visto lo ofrecido por ambos hasta ahora no sería ninguna sorpresa que el partido terminara en tablas. Entonces el protagonista sería el punto blanco situado a once metros de la raya de gol. Y dos hombres con guantes, de apellidos Cech y Demirel.